Mala suerte. La historia se repite. El Hércules recibe la mejor noticia en el peor momento. El Rico Pérez podrá recuperar su aforo casi un año y medio después de estar prácticamente cerrado al público por el estallido de la pandemia. El inicio de la competición, fijado para el primer fin de semana de septiembre, concretamente los días 4 y 5, será con espectadores en la grada.
El Gobierno aprobó ayer el decreto que modifica la ley de la nueva normalidad y devuelve a las aficiones a los estadios de fútbol y a los pabellones de baloncesto en el nuevo curso con mascarilla obligatoria y reservando la última palabra a las comunidades autónomas, que pueden volver a limitar los accesos a los recintos deportivos si la crisis sanitaria se recrudece tras el verano.
Lo ratificó la titular de Sanidad, Carolina Darias, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros extraordinario. Allí comunicó que se suprimía el artículo 15.2 de la ley de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la pandemia aprobada en marzo para «volver a la normalidad en los estadios de fútbol y las canchas de baloncesto».
LA CIFRA
7500 ABONADOS
La mejor cifra de socios del Hércules en la Segunda B
El año pasado, la cifra de carnés Compromiso vendidos no llegó a los 3000
«Suprimimos este artículo y volvemos a la normalidad para el comienzo de la Liga», subrayó la ministra, que se mostró convencida de que será una noticia «muy bien recibida para todo el deporte y para este país».
Con esta restricción eliminada, si la evolución de los contagios se mantiene a la baja y sigue a buen ritmo el ritmo de vacunación, el Hércules podrá volver a disponer de todo el aforo de su estadio justo cuando la relación de una parte de la hinchada con la propiedad atraviesa por uno de los momentos más delicados de las últimas dos décadas.
Sanidad tendrá derecho a modificar esta orden estatal si la situación sanitaria empeora en la Comunidad Valenciana
Después de escenificar a comienzos de junio una protesta en la calle en la que tomaron parte cerca de 1.500 personas –muchas de ellas abonadas–, teniendo el club paralizado desde hace más de un mes por la falta de un socio inversor (Toni Freixa ya ha dicho que no quiere serlo) que comparta con Enrique Ortiz el presupuesto de la temporada 2021-22, y sin el mínimo esbozo del proyecto deportivo que arranque el curso que viene en la cuarta categoría del fútbol español, la más baja en la que ha competido el Hércules desde la Guerra Civil, parece complicado que la venta de asientos sin restricciones vaya a desbordar las previsiones a pesar de llevar un año entero viendo el fútbol por televisión casi siempre.
La falta de actividad institucional hace que aún no se haya previsto ni un esbozo de la campaña de abonos
La última campaña, sin abonos propiamente dichos, se limitó a la venta del denominado carné Compromiso. No se han facilitado cifras oficiales, pero las fuentes consultadas por este diario aseguran que en ningún caso se llegó a los 3.000. De momento, ese sería el objetivo a rebasar en el comienzo de la Segunda RFEF, algo complicado con un sector amplio de los aficionados de uñas y con el club criogenizado.
