La lluvia torrencial y el intenso frío no impidieron una histórica actuación del esloveno Tadej Pogacar, defensor del título, en la primera etapa alpina, donde se enfundó el maillot amarillo después de propinar a todos sus rivales de la general un serio castigo.

La etapa se la adjudicó en solitario el belga Dylan Teuns (Bahrain), último superviviente de la escapada del día, quien atravesó la meta de la octava etapa disputada entre Oyonnax y Le Grand-Bornand, de 150 kilómetros por delante del español Ion Izagirre, del canadiense Michael Woods y de Pogacar.

Pogacar atacó a 32 kilómetros de meta, subiendo el Col de La Romme, terminó con la resistencia del ecuatoriano Richard Carapaz, fue cazando a todos los escapados del día y se «fumó» La Colombiere aumentando las diferencias a marchas forzadas. No dejó uno vivo. Solo cedió en la última bajada, por prudencia.

El mazazo de Pogacar tuvo efectos devastadores y despejó dudas, si las había. Endosó 3:20 minutos a Carapaz, Enric Mas y Urán, 5:09 a Wout van Aert y 21:47 al exlíder Mathieu Van der Poel. El esloveno se puso el maillot amarillo en Le Grand-Bornand.

«No sé si he aplastado, lo he dado todo, ha sido una buena jornada. Ayer se querían deshacer de mi y hoy he replicado y demostrado que tengo un equipo fuerte. Ataqué sin tenerlo previsto porque Ineos no iba bien», explicó.

Una lección con reflejo contundente en la general. Van Aert le sigue a 1:48 y el kazajo Lutsenko a 4:38. Rigoberto Urán es cuarto a 4:46 y Enric Mas octavo a 5:15.

La etapa corta, pero explosiva, revolucionada desde el empinado inicio. Los destrozos empezaron apenas bajó la bandera de salida. El neerlandés Wout Poels inició las hostilidades con un ataque en solitario. Ese primer latigazo despertó los ánimos del personal y las miserias de Geraint Thomas y Primoz Roglic, descolgados a las primeras de cambio.

Con dos favoritos tachados de la lista de los pronósticos, aprovecharon 18 hombres para el despegue. Allí entraron Nairo Quintana, Ion Izagirre y Simon Yates, que entraron en la zona comanche con una ventaja de 5 minutos.

El ritmo de desgaste de McNulty y Formolo, gregarios de Pogacar en la montaña, hizo doblar las rodillas a unos cuantos. El castigo de favoritos se amplió subiendo el Col de Romme, en el que les llegó la «pájara» al maillot amarillo Van der Poel y a Van Aert.

Llegó entoncerds el remate en primera persona de Pogacar atacando bajo la lluvia. Golpe al Tour. Pogacar entró en modo contrarreloj y, sin colaboración, barrió a todos los corredores de la fuga, excepto al valiente Teuns. Hoy se disputa la etapa reina de los Alpes, entre Cluses y Tignes, de 144,9 kilómetros y la pelea parece ya solo por la segunda plaza del Tour.