España encontró el camino hacia el gol en los Juegos Olímpicos en el momento justo, cuando estaba con el agua al cuello, eliminada por Costa de Marfil en el tiempo de descuento del duelo de cuartos de final. En ese instante emergió Rafa Mir, que acabó como estrella al firmar un «hat-trick» luego en la prórroga y permitir a España seguir en la lucha por las medallas.
En un duelo vibrante, igualado y con alternativas para ambos conjuntos, a España le salvó el fútbol... y la picaresca. Ese distintivo tan nacional fue clave en los dos primeros goles de la selección de Luis de la Fuente, que sirvieron para neutralizar sendas ventajas africanas. Primero Dani Olmo leyó una cesión con el pecho de Singo a su portero para marcar a placer y, en el minuto 93, Rafa Mir aprovechó la inocencia defensiva marfileña para mandar el duelo a una prórroga en la que un penalti transformado por Oyarzabal tras consulta al VAR y otras dos dianas del delantero suplente permiten a «La Rojita» seguir soñando con la medalla.
España volvió a ofrecer una gran capacidad de supervivencia, reponiéndose primero a un mal inicio, con nueva lesión de Mingueza y gol de Bailly acto seguido, y luego a la propuesta física de los africanos, que obligaron a Unai Simón a trabajar más de la cuenta. En el minuto 91, el colmo de la mala suerte parecía condenar definitivamente a los españoles, con el inesperado 1-2 de Gradel, en un remate ligeramente desviado por Vallejo que sorprendió al meta vasco. España cayó, pero se levantó una vez más de la mano de un Rafa Mir que, gol a gol, pide sitio en el once titular.
Superado el susto y en pleno subidón, la selección olímpica conoció que su rival en semifinales será Japón, que necesitó ir hasta la tanda de penaltis para eliminar a Nueva Zelanda. El otro duelo enfrentará a Brasil, que ganó a Egipto (1-0) contra México, que goleó a Corea del Sur (6-3).
