El ciclismo es un deporte estrechamente relacionado con la sostenibilidad y la conservación del medio ambiente. De ahí la importancia de que el mayor de los eventos del ciclismo español esté en consonancia con los valores de esta disciplina deportiva. Año tras año, La Vuelta ha ido implementando nuevas acciones ecológicas hasta consolidarse en esta edición como la competición más comprometida con el medio ambiente en la historia de la ronda ciclista española.

Contra el plástico de un solo uso

Algunas de las medidas que se han implementado este año ya estuvieron en funcionamiento en el pasado. No obstante, en esta edición se ha contado con algunas innovaciones como la puesta en marcha del proyecto Ecocup: una iniciativa que busca reducir el consumo de envases desechables. Todas las personas que quieran consumir alguna bebida en los recintos habilitados, lo podrán hacer depositando una fianza de 1 euro por vaso. Una vez se devuelva el vaso se recuperará la fianza. En cambio, el euro de todos aquellos que quieran quedarse el vaso como recuerdo irá destinado a la organización medioambiental Paisaje Limpio. A través de esta iniciativa se evitará el uso de 40.000 vasos de plástico.

Con el objetivo de reducir la utilización de envases de plástico, en esta edición también se eludirá el empleo de las más de 180.000 botellas de plástico de un único uso que se consumen a lo largo de las tres semanas que dura la competición. Esta meta podrá ser abordada gracias al sistema de reparto, a los bidones reutilizables y a los dispensadores de agua mediante los que los usuarios podrán rellenar botellas reutilizables para su consumo individual.

Reducir la huella ecológica

Intentar proteger y conservar los espacios naturales por los que transcurre la competición es uno de los compromisos de La Vuelta. Este año, gracias a los más de 200 voluntarios que conforman el «pelotón verde», una acción con la que se pretende recoger los desechos generados en las localizaciones por las que transcurre la carrera, se prevé que se recojan 300 kilos de residuos en las 36 batidas de limpieza que se realizarán durante las 21 etapas de la competición.

En las ediciones anteriores, los voluntarios efectuaban las batidas en las zonas de mayor sensibilidad medioambiental, por lo que este año es todo un hito que esta acción se extienda al trayecto en general, desde las zonas de alta montaña hasta los recorridos en llano y urbanos.

Las posibilidades del vidrio

Al igual que en años anteriores, en esta edición también se ha contado con la instalación de diversos contenedores de vidrio personalizados en los municipios por donde pasa La Vuelta 2021, con la intención de incentivar el reciclaje de este material. Todos los residuos de vidrio que se depositen para su reciclaje se utilizan para confeccionar los trofeos que se entregan a los ganadores de cada etapa.

Por sexto año consecutivo, el exciclista y campeón del Tour de Francia en 2006, Óscar Pereiro, ha sido el embajador de la campaña para promover el reciclaje de vidrio. Pereiro, además de poner en relieve el creciente activismo medioambiental de aficionados, apunta que «de la misma manera que los ciclistas recorren más de 3.300 km en 21 etapas, si desde el deporte y la sociedad preservamos nuestro compromiso con el medio ambiente y el reciclaje de vidrio todos alcanzaremos una meta que común: la salud del planeta y de las personas».

La Vuelta más sostenible

La 76ª edición de La Vuelta, que arrancó el 14 de agosto y que concluirá el 5 de septiembre, según apunta la organización de La Vuelta, será una referencia nacional para incentivar el reciclaje, especialmente en los municipios y espacios naturales de las comunidades autónomas por las que transcurrirá la carrera, en Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Andalucía, Extremadura, Cantabria, Asturias y Galicia.