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Iván Cano, en busca del salto de su vida

Iván Cano, durante una prueba de salto de longitud PROYECTO FER

Iván José Cano (Alicante, 1995) busca el salto de su vida en Tokio. Ese que, según sus propias palabras, le pueda dar opciones de pelear con los mejores en su categoría (salto de longitud T13). Le tocará armarse de paciencia para ello, ya que su competición no llega hasta el último día de estos Juegos, el 5 de septiembre.

En la capital nipona, Cano puede tomar como ejemplo el tesón de Eusebio Cáceres, el «saltamontes» de Onil que hace unas semanas firmó una gran actuación en el Estadio Olímpico, acabando en cuarta posición, a apenas tres centímetros del bronce. Si el alicantino logra ser tan competitivo en su cita, podría dar una alegría al deporte paralímpico de la provincia, completando la participación de atletas junto a la ibense Miriam Martínez y al también alicantino Iván López Cuenca.

«La Roca», como le conocen sus compañeros de entrenamiento, nació con albinismo. La falta de melanina le provocó una carencia de agudeza visual, además de fotofobia, motivo por el que siempre va acompañado de unas gafas de sol. Cano no empezó saltando, ni siquiera practicando atletismo. Se inició en el taekwondo, hasta que a los 15 años, tras alcanzar el cinturón negro, empezó a probar otros deportes. Así estuvo un año hasta que su actual entrenador le captó para el salto de longitud, prueba en la que ha conseguido notables resultados.

El saltador alicantino tiene dos medallas en Campeonatos del Mundo (plata en 2015 y bronce en 2019) y otras cuatro preseas en Europeos (oro en 2016 y 2018 y plata en 2014 y 2021). Su mejor marca personal es 7,04 metros, pero asegura que deberá superarla en Tokio para soñar con medalla. De hecho, uno de sus objetivos sería alcanzar los 7,20 metros, la mínima que le permitiría participar en el Campeonato de España de atletas sin discapacidad.

Graduado en Ingenería de Telecomunicaciones y estudiante de Física, Cano contempla un futuro más allá del atletismo. Su horizonte próximo está en estos Juegos, el mediano en las siguientes citas de París y Los Ángeles, a las que también desea acudir; pero el lejano lo enfoca en aspectos relacionados con la tecnología, otra de sus pasiones.

«El horizonte no es el límite de lo que puedes ver, sino la motivación para ir más allá de lo que puedes imaginar», es una de las frases de cabecera de Iván Cano. En Tokio, su horizonte lo marca esa barrera de los siete metros que espera superar. Hacerlo sería su gran éxito personal.

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