Hace un mes, en Silverstone, Mick Schumacher se subió al viejo Jordan 191 de color verde con el que su padre, el gran Michael Schumacher, debutó en la Fórmula 1 hace 30 años. Fue un momento inolvidable para el joven piloto alemán, que esta temporada se ha estrenado en el Mundial con el coche más modesto de la parrilla, el Haas, después de alzarse con el título de F2 el año pasado.

El estreno de papá Michael con aquel Jordan fue precisamente en Spa-Francorchamps. Tenía 22 años, justo la misma edad que tiene ahora Mick, físicamente ‘clavado’ a su padre.

El Kaiser’ comenzó su leyenda ya en su primer Gran Premio de Bélgica, donde consiguió destacar a pesar de su juventud e inexperiencia, clasificándose séptimo. Bertrand Gachot tenía que pilotar el monoplaza en Spa, pero fue arrestado en Londres tras protagonizar un altercado con un taxista. Willi Weber, manager de Michael, convenció a Mercedes para que sufragara su debut y pagara los 127.000 euros que pedía Eddie Jordan por reemplazar a Gachot. Así se gestó el debut de Michael Schumacher. De allí a Benetton y después a Ferrari para forjar un histórico palmarés de 306 grandes premios que incluye 91 victorias y siete títulos mundiales.

Mick se emocionó al pilotar el Jordan de su padre en Silverstone, pero reconoce que este fin de semana será aún “más especial”. No paran de recordárselo. A pesar de su juventud, asume con madurez las inevitables comparaciones. Sabe que debe tener paciencia. Que las cosas son ahora muy diferentes que en aquel de GP de Bélgica de 1991. Que al volante del Haas, su única misión es aprender, a la espera de escalar hasta un equipo más competitivo. Le apadrina Ferrari. Y le avala el apellido. El resto tiene que ponerlo él.

Dejar huella en la pista

“En el momento en que firmé para debutar en F1 en 2021 ya sabía que se cumplirían 30 años del debut de mi padre. En realidad es una locura pensar que él empezó exactamente con la misma edad que tengo yo ahora. Y en este circuito tan impresionante de Spa. Obviamente, es una época diferente. El mundo ahora es distinto, pero aun así la nostalgia está ahí y estoy muy contento por ello", resume Mick.

“Eun momento especial para mí y para mi familia, así que estoy muy contento de dejar mi huella en esta pista también. Espero que podamos sacarnos un as de la manga. Spa es mi circuito favorito. Fue donde logré mi primera victoria en Fórmula 3 en 2018 y también mi primera pole aquel año”, ha recordado el piloto germano.

En la loca carrera de Hungría, antes del parón veraniego, Mick logró su mejor resultado hasta la fecha en F-1 (12º), pero en condiciones normales, debe centrarse en terminar por delante de su compañero Mazepin. El duro ‘peaje’ con el que tienen que lidiar hoy los jóvenes de la parrilla en una época en la que los test se ha reducidos a la mínima expresión.