Nadie mejor que César Sempere para llevar las riendas de La Vila, un equipo que ha regresado a la máxima categoría con la intención de consolidarse por fin y convertirse en un club de referencia en la provincia. El director general tenía claro cuando llegó que el primer paso debía ser la profesionalización de todos los estamentos, algo que ha conseguido junto con un cambio radical en la imagen y en la forma de trabajar. Uno de los principales escollos fue hacer frente a una deuda de 200.000 euros de los anteriores gestores.
El club ha experimentado un gran cambio en todos los niveles en los últimos años...
Nosotros lo que hemos hecho básicamente es reestructurar el club, devolver la credibilidad con un producto diferenciador y a partir de ahí buscar la estabilidad con directores de área con experiencia y conocidos que han dado una estabilidad al club. Había una deuda de cerca de 200.000 euros que gracias a un gran trabajo se está saldando y tenemos claro los objetivos. El club al final se basa en patrocinadores, subvenciones, eventos y jugadores. Ahora mismo hemos triplicado fichas, tenemos muchas categorías ahora mismo. Han vuelto muchos jugadores veteranos porque confían de nuevo en este club. Tenemos ahora mismo 12 equipos.
¿Qué importancia tiene para el futuro del club mantenerse en la máxima categoría?
Teniendo un buen equipo de trabajo que pueda vender un producto diferenciador como es el rugby lleno de valores es súper importante mantenerse en División de Honor A porque es el espejo donde una subvención paga más, un patrocinador quiere verse reflejado y ver su marca a nivel nacional. El hecho que juguemos contra el Barcelona, el Valladolid, esté Teledeporte...repercute mucho más en cualquier marca. También tenemos una academia con más de 60 niños que vienen de Xàbia, Alicante, La Nucía, Ibi...También niños que quieren jugar en el sub’23 que es a nivel nacional. Es muy importante estar en la máxima categoría porque repercute directa e indirectamente en todo.
La Vila ha sido un equipo ascensor en las últimas temporadas. ¿Tienen ahora los mimbres para la consolidación?
Cada vez es más caro, y ahora el formato de liga con cinco partidos menos va a ser costoso. De nuevo vuelve a haber dinero en el rugby español pero lo que queremos desde que cogí el club hace tres años es conseguir la estabilidad, que no nos vean como un equipo que sube y baja. El aficionado se ha acostumbrado a venir a La Vila en hitos como una final por mantenerse o una final por ascender. Hay que intentar que cada partido sea una final. Tenemos un departamento de comunicación y marketing para intentar ser un producto atractivo y que el aficionado no vea el club como eventos esporádicos, sino semanales.
¿Cómo está funcionando la campaña de socios?
Ahora mismo está teniendo una respuesta muy grande, vamos a recibir a clubes muy poderosos este año, nuestro objetivo son 200 socios y llevamos el cincuenta por ciento ya. Cuando tienes un producto bonito somos atractivos tanto fuera como dentro del campo. El venir a ver a La Vila tiene que ser un valor diferencial, un valor añadido. Un domingo en Villajoyosa es rugby.
El escudo también ha sufrido una transformación...
Hemos cambiado el manual de marca que al final nos va a hacer diferenciar entre el proyecto que había anteriormente con una anterior gestión que era nefasta a lo que hay ahora que no tiene nada que ver. El escudo que teníamos antes era el escudo del Ayuntamiento con un balón de rugby. Es una forma de dar un paso adelante y decir que a partir de ahora se habla otro idioma.
¿El objetivo es la permanencia o se puede aspirar a algo más?
La permanencia, no nos vamos a engañar. Ahora mismo todos los equipos se están reforzando, empieza a ver más dinero, que siempre pasa porque es cíclico cada cinco o seis años, empieza a haber fichajes...los clubes a veces se olvidan de que hay que tener también cantera. Nosotros estamos invirtiendo el dinero en formación de entrenadores, captación, buena promoción e imagen, y todo ello repercute en que el primer equipo sea sostenible.
Han incorporado un nuevo entrenador...
Joe Mamea. Es un entrenador que ha jugado muchos años en El Salvador, internacional por Samoa y que se une como entrenador de delanteros y defensa. El rugby es un deporte muy completo y requiere una preparación física, psicológica, nutricional... Los grandes clubes llegan a tener cinco entrenadores.
Han reforzado mucho el equipo. ¿Qué Vila se va a haber este año?
Queremos una Vila que juegue de manera atractiva, alegre, que ocupe todo el campo.. El terreno de juego es muy grande y muchos equipos sufren. Queremos un juego que alegre al aficionado.
El primer partido será contra la el campeón...
Y el segundo contra el subcampeón. Es atractivo meter en La Vila a 1.000 personas, ganar contra esos equipos sería un triunfazo. Se está trabajando en un ambiente muy profesional, dándole todo al jugador.. Luego puede pasar de todo en el campo, pero el 70 por ciento que está en nuestras manos lo vamos a dar todo.
Han hecho un programa a cuatro años y ya van por el tercero. ¿Cuál es el objetivo final?
Conseguir un club sostenible con cerca de 300 fichas en el club, con todas las categoría y siendo estables económicamente. Ahora mismo nuestro objetivo es ser el club referente tanto de La Vila como de Alicante.
No habrá sido fácil poder trabajar con la deuda que arrastraba el club...
Teníamos un deuda de 198.000 euros y pese a ello hemos crecido, cambiado, mejorado, hemos ascendido al primer y al segundo equipo. El sub’18, que es nuestro futuro, ganó campeonato de la Comunidad de la Segunda División... Nuestra academia, que es nuestra fuente de futuro, la dirige Javier Carrión, olímpico y jugador del primer equipo, y el sénior Ignacio Martín y Joe Mamea, deportistas internacionales. Cuento con los mejores y los resultados llegan.
