Julián Cerdá Vicente, Juli, capitán del Alcoyano, cree que la clave de la «buena temporada» que está realizando su equipo hay que buscarla en el vestuario, ya que, en su opinión, «más que jugadores o compañeros de equipo, somos una familia».

A su vez, el delantero del Deportivo reconoció ante los medios que «ahora mismo la Liga está en un punto en el que no podemos pararnos ni un segundo a pensar en lo que hemos conseguido, porque esta categoría es muy competitiva y los errores se pagan muy caros», advierte.

El veterano atacante (en agosto cumplió 40 años), consciente de que el sábado les espera un rival de alto nivel en el estadio Johan Cruyff para jugar con el Barcelona B, solo tiene palabras de agradecimiento hacia la afición por lo vivido en el último partido frente al UCAM Murcia, saldado con victoria por 3-2, un triunfo que devolvía a los de Vicente Parras a la senda de la victoria después de dos derrotas y un empate.

«Fue algo increíble. En 22 años de carrera no viví algo igual por el desenlace del partido, con tres penaltis en contra, un jugador menos y la reacción del público. El equipo demostró tener carácter y pese a que el UCAM se puso 3-2 tras ir nosotros ganando 3-0, nunca temí por el partido», reconoció el líder del vestuario alcoyanista.

Juli, con dos ascensos a Primera División (con el Rayo Vallecano y el Alavés), y una amplia trayectoria futbolística como jugador de Segunda, asegura que nada se asemeja a disfrutar ahora con el equipo en el que se formó como profesional.

«Soy un alcoyanista más y el Deportivo no tiene comparación con ningún otro club en el que estuve, me siento muy afortunado»

«Tengo la suerte de jugar en el equipo en el que nací y donde empecé. Soy un alcoyanista más y el Deportivo no tiene comparación con ningún otro club en el que estuve. Siempre me trataron bien y estoy agradecido a todos los equipos por los que pasé, pero esto es el Alcoyano y disfrutar de un campo como El Collao y de su afición no tiene precio, es algo diferente que no se puede explicar con palabras», confesó emocionado.

Junto al portero José Juan Figueiras, héroe en la eliminación del Real Madrid en la pasada edición de la Copa del Rey, forman un tándem de veteranos con más de cuatro décadas vividas cada uno. A pesar de ello, su rendimiento está a la altura de cualquier jugador de la plantilla con mucha menos edad.

Los jugadores del Alcoyano se abrazan a Juli después de marcar el 3-0 al UCAM, el pasado viernes. CDA

Ante el UCAM Murcia, Juli firmó el 3-0 y ya suma dos goles en ocho jornadas, pese a que solo ha sido titular en un partido. «Me siento como un chaval, partidos como los del UCAM me rejuvenecen diez o más años. El míster sabe que me tiene para lo que haga falta, si juego media hora, un minuto o ninguno, estaré ahí para animar y ayudar al equipo en lo que sea necesario», esgrimió.

El capitán del Alcoyano cree que vino bien el fin de semana para saborear bien la victoria frente al UCAM Murcia, pero que hoy, con la vuelta del equipo al trabajo, la mirada del grupo está puesta en el sábado con el partido en la Ciudad Condal, a las 17 horas (Footers).

«Esto no para y de nuevo tenemos otra final, en un magnífico estadio y contra jugadores que pronto los veremos en Primera División. Ante el UCAM vimos al Deportivo que gusta y nos gusta pero veníamos de pasarlo mal tras perder contra el Nàstic y el San Fernando. Estas dos derrotas nos vinieron bien para aprender y hacernos fuertes. Quizás el punto de inflexión fue el empate conseguido en casa del Atlético Sanluqueño», admitió para finalizar.