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Saúl no quiso ser Juanfran

El ilicitano sigue sin encontrar su hueco en el Chelsea tras salir del Atlético por discrepancias con Simeone

Saúl y Juanfran celebran un gol juntos durante su etapa en el Atlético

Saúl Ñíguez se ha metido en un pozo del que le va a costar salir. Su cesión al Chelsea, que esta semana se ha sabido que fue más un intercambio de favores entre el club londinense y su agente que una petición del entrenador, Thomas Tuchel, o una estrategia de la planificación deportiva, le deja en una situación más que comprometida. Lo que se percibía como un posible salto hacia adelante en su carrera, al fichar por el campeón de Europa, ha mutado no solo a un paso atrás sino a algo aparentemente peor. Una caída, de momento, sin remedio.

En estos primeros meses de temporada, Saúl solo ha jugado 48 minutos en dos partidos de Premier League. Su famoso debut (11 de septiembre) como titular contra el Aston Villa, en un partido en el que su entrenador le cambió al descanso para protegerle. El otro (30 de octubre) contra el Newcastle, con todo el pescado vendido. En Champions League solo ha jugado media hora contra el Malmoe (20 de octubre) también con el partido sentenciado. En Copa de la Liga ha sido titular en las dos eliminatorias jugadas por el Chelsea, ambas decididas en los penaltis a favor de los «blues».

Escaso bagaje para un futbolista que apuntaba a lo más alto tras su irrupción con el Atlético de Madrid del «Cholo» Simeone, donde se convirtió en pieza capital por una serie de virtudes que encajaban a la perfección en el estilo del argentino. Cualidades, por cierto, que también se asociaban a un posible éxito en una liga como la Premier, donde el despliegue físico «box to box» del ilicitano se veía ideal para dicha competición. La realidad está siendo otra. Quizás esas virtudes que convertían a Saúl en un jugador único en España le hacen ser uno más en Inglaterra. O posiblemente algo haya cambiado en el futbolista en los últimos años.

Porque, de repente, Saúl dejó de ser uno de los soldados principales de Simeone. Su técnico le apartó de los planes en el rol de centrocampista y lo reubicó al lateral izquierdo, algo que nunca agradó al jugador ni a su entorno. El lío terminó con Saúl reprochando el cambio a su técnico y su salida del club en cuanto fue posible. Saúl no quería jugar de lateral izquierdo. En su derecho estaba. Otra cosa es que la jugada le acabe saliendo bien.

La actitud de Saúl en este sentido es diametralmente opuesta a la que tuvo en su día el crevillentino Juanfran Torres en el mismo club (Atlético) y con el mismo entrenador (Simeone). Juanfran pasó de ser un prometedor extremo en las categorías inferiores del Real Madrid al lateral derecho titular del mejor Atlético de la historia, campeón de Liga, Copa, Supercopa de España, Europa League y Supercopa de Europa y dos veces finalista de Champions League. Asentado en esa posición, Juanfran hizo méritos suficientes para formar parte de la selección española campeona de la Eurocopa 2012.

El crevillentino entendió que el cambio de posición era necesario para ser cola de león en un equipo campeón en lugar de cabeza de ratón en otro club sin dichas aspiraciones. Y ahí está su palmarés. Ahora que Saúl navega en un mar de dudas e incertidumbre, a uno le da por pensar si, como bien hizo Juanfran en su momento, no debería haberse fiado más de un entrenador como Simeone. Este domingo, Saúl cumple 27 años. Por lo tanto tiene carrera por delante. Pero ya no es Trending Topic por sus golazos en Champions sino por quedarse fuera de la convocatoria por decisión técnica en la Premier League. Saúl no quiso ser Juanfran y le va a tocar encontrar la salida del laberinto en el que se ha metido. Ojalá lo haga.

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