Perdura en él una arrogancia amable, reconocible, tolerable. Triunfó cuando el fútbol aún no he había llenado de tecnócratas, cuando el valor de la perseverancia contaba más que los seguidores en Instagram. Camina con paso diligente, habla con reposo, sin mesura, con socarronería vizcaína. Su voz destaca sobre las demás, se impone desde la hondura quejosa que dan los años, los logros y lo reveses. Javier Clemente (Baracaldo, 1950), llenó l’Auditori de la Mediterrània de La Nucía con su universo perenne, con los pedazos de una historia singular, la suya propia, sin la cuál no se puede explicar el fútbol español.

Joseba Betzuen, Bernabé Cano, Javier Clemente, Toni Cabot, Raúl Ruiz y Ángel Angulo, en l’Auditori de la Mediterrània de La Nucía. | DAVID REVENGA

El foro «Campo a Campo» que desarrolla desde hace años el Club Información con el patrocinio de la Diputación de Alicante y el ayuntamiento nuciero, atrajo a Alicante al ex seleccionador nacional, ahora al frente del combinado libio. Sobre las tablas, el técnico, repasó su «singular» carrera profesional jalonada de hitos, combates dialécticos, lealtades inquebrantables y enorme honestidad.

El periodista Toni Cabot y el exfutbolista Raúl Ruiz, autor de reportajes en el entorno de Prisa, rememoraron junto al «Rubio de Baracaldo» los puntos inolvidables de una trayectoria determinada siempre por la fuerte personalidad de uno de los iconos vivos más reconocibles del Athletic.

La Nucía. El preparador bilbaíno mostró su sorpresa por la exuberancia de las instalaciones y equipamientos deportivos de los de que «puede presumir» el Consistorio que preside Bernabé Cano. «Encantado de venir al pueblo con mejores instalaciones deportivas de España. Había oído hablar mucho de La Nucía, pero no podía imaginarme la dimensión real. Es espectacular. Son increíbles. Por mi profesión he conocido muchas en todo el mundo, pero estas me han impresionado», dijo nada más empezar la charla Javier Clemente.

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Charla con el exseleccionador Javier Clemente en el Foro Deportivo «Campo a Campo»

La Roja. El discurrir de la conversación devino rápidamente en la selección, de la que fue responsable entre 1992 y 1998. Para el técnico, la apuesta de Luis Enrique por los valores jóvenes puede ser un problema en Catar. «Al jugarse en invierno, la mayoróa de futbolistas llegarán en forma. Tener un grupo tan joven, te ayuda cuando la competición se disputa en verano porque la mayoría de estrellas llega cansada a la cita. Perdemos ese factor que nos podía beneficiar», avisa Clemente antes de valorar, precisamente esa apuesta por el talento novel.

«Luis Enrique es un encanto de tío, muy buena persona, pero creo que está recurriendo a gente joven y eso puede ser un problema, aunque no lo hace por capricho. Es que los veteranos, los que tienen experiencia en citas importantes, son incapaces de aguantar el ritmo que hoy exige el fútbol de élite», reconoce el ex seleccionador nacional.

«Si hay algo que no me ha gustado de Luis Enrique es que lleve a gente con 17 años como Ansu Fati, Gavi o Pedri… Son niños todavía, y me asusta que en un choque con un tío de 30 años, se rompan porque su físico aún no está formado. Un médico, un especialista, tendría que salir y decir si un chico puede aguantar, con su edad, toda esa carga, toda esa presión, un choque con otro jugador mucho más hecho. Yo no lo haría. En ese sentido soy más miedoso. Me da miedo que no se acierte con los jóvenes. Raúl González debutó en el Madrid con 17, yo le llevé a la selección con 23 porque no quería sobrecargarle y le fue bien», admitió, antes de subrayar que «para ganar un Mundial no te basta solo con tener jugadores muy buenos, también necesitas experiencia». Clemente, sin embargo, no ocultó su admiración por el actual responsable de la Roja: «Luis Enrique es muy valiente y eso a mí me gusta. Es mejor entrenador que yo».

«No me gusta que Luis Enrique llame a niños de 17 años, puede dañar sus carreras, son débiles»

Oficio de entrenador. «Me gusta entrenar, para mí no significa querer ser campeón, eso está reservado solo a los grandes clubes como Madrid o Barcelona, Atlético o Valencia… Para mí lo importante es la enseñanza del juego, enseñar a competir, enseñar a ganar, por eso me dedico a esto y por eso me gusta tanto el fútbol formativo, el trabajo de bas. Por eso he vuelto a Libia, porque han sido los propios futbolistas quienes me lo han pedido. Me sigue haciendo ilusión, por eso seguiré 10 años más…», avisa.

Amigos y enemigos. «Mi relación con José Ramón De la Morena es irreconciliable, es como un matrimonio, solo haremos las paces cuando los dos estemos muertos. Hace unos meses, cuando anunció su retirada de la radio, explicó que era porque acaba de ser padre y yo le respondí en la redes sociales que no era verdad, que lo dejaba porque no le contrataba nadie, porque su programa no lo escuchaba ya ni el Tato. Yo me ceñí a los datos de audiencia, a los hechos, y él respondió que qué se podía esperar de un borracho que se lleva mal con su familia. Ahí ves la catadura moral de él y la mía, la diferencia entre ambos. Ese señor, toda su vida, ha mentido para poder insultarme. Nunca seré amigo de ese tipo, él por su camino y yo por el mío», expuso Clemente, que reconoció que en esta «guerra» le perjudicó su excelente amistad con José María García. «Un periodista te puede criticar, lo que no puede hacer es mentir. Cuando eso pasa, yo me rebelo». Purasangre.

«El VAR no arregla nada, solo crea más problemas»

Javier Clemente se adhiere a la corriente de profesionales del fútbol decepcionados con la nueva herramienta de videoarbitraje. «El inicio del VAR estaba inspirado en el perfeccionamiento del arbitraje. Pensé que podía ir bien para los equipos humildes, pero está siendo una gran decepción porque no cumple nada de lo que se nos prometió cuando se empezó a utilizar», sostiene el ex seleccionador nacional.

El preparador vasco, ahora al frente del combinado absoluto de Libia en su tercera etapa en África, considera que la implementación de este sistema de control del juego perjudica mucho más de lo que ayuda. «Ha creado unos problemas que antes no teníamos. Ni los jugadores saben lo que se pita ni por qué. Y al contrario, también ocurre. La inmensa mayoría desconoce por qué algo que parece claro no se revisa», denuncia el exfutbolista del Athletic Club, con el que levantó una Copa.

Clemente defiende que la tecnología «ni es eficaz ni favorece a los pequeños, ayuda a los de siempre»

«Ahora se reparten las injusticias, las maldades. La máquina debería estar controlada por alguien que ha jugado al fútbol y no por una persona que solo se sabe las normas de memoria», se quejó Clemente, convencido de que la única manera de que la herramienta mejore en el futuro es poniendo al frente de su interpretación a personas con experiencia profesional jugando al fútbol.

«Los árbitros no dominan las situaciones que se producen en momentos puntuales de los partidos, no conocen la intención, no comprenden cuándo un jugador se tira dentro del área, cuando está simulando una falta, cuando tiene intención de hacer daño. Un profesional del fútbol, sí. Perjudica más que ayuda y sigue beneficiando a los grandes», lamenta.