Tuvieron que ser dos goles de rebote y dosis de fortuna los que eliminaran al Alcoyano de la Copa del Rey. Hubo magia en El Collao en la noche de Reyes pero solo faltó algo de suerte para firmar otra página heroica ante un Madrid que por momentos vio aparecer los fantasmas de la pasada temporada. Pero esta vez estaba avisado de que cualquier atisbo de relajación iba a ser aprovechado por un Alcoyano bravo y entregado desde el inicio.
No hubo sorpresa, pero el encuentro encumbra a un Vicente Parras que planteó el partido de la única forma con la que se le podía hacer daño al Madrid. Y se le hizo. Lunin fue el mejor jugador madridista durante la primera parte al margen del gol de Militao. El conjunto blanquiazul acumuló ocasiones para haberse puesto por delante en unos primeros 45 minutos gloriosos del Alcoyano. Andy, Mourad, Vega, Blanco... El Collao vibraba con un equipo lanzado al ataque que mordía a su rival pero que al mismo tiempo sacaba fuerzas para replegarse en defensa a una velocidad bárbara. El gol de Militao en el único despiste de marca dio un excesivo premio al Madrid antes del descanso. Los gestos de Ancelotti denotaban que no bastaba solo con la calidad individual de sus jugadores para superar a un Alcoyano de muchos quilates.
El conjunto de Parras tiene sello propio. Un vestuario único que va de alegría en alegría capitaneado por un técnico humilde que le ha dado al equipo todo lo que necesita para triunfar, un capitán como Juli con corazón alcoyanista y una portería defendida por el veterano José Juan con actuaciones épicas aunque el miércoles no pudo hacer nada con los dos goles encajados de rebote de Asensio e Isco.
Dos años de magia en la Copa para el Alcoyano. El nombre de Alcoy ha circulado por toda España durante toda la semana a través de Telecinco anunciando todos los días en repetidas ocasiones el partido estrella de la competición en El Collao. Tras eliminar al Madrid la pasada temporada había mucha expectación por ver si en esta ocasión se iba a repetir la debacle blanca. Aquel duelo y aquella noche mágica de José Juan ha quedado en el recuerdo de todos.
Ahora viene lo más duro, afrontar la resaca copera tras la eliminación con la vuelta a la competición liguera, la auténtica guerra de este equipo. Después de tres derrotas consecutivas, urge reaccionar este sábado en el derbi ante el Castellón (17.00), de nuevo en El Collao. Tras tocar las posiciones de «play off» de ascenso, el equipo ha entrado en un bache del que precisa salir lo antes posible. El Alcoyano ya demostró la pasada temporada que la resaca copera no tiene por qué influir, el vestuario es muy consciente de que hay que poner cuanto antes puntos por encima de la zona de descenso para evitar sorpresas. La cuesta de enero viene con fuerza, ahora el Castellón y después el Castilla. Ambos en casa antes de viajar a Sabadell.
Parras ha llevado la ilusión constante a toda la familia alcoyanista, no solo en una noche de Reyes que sacó con nota, sino en todo momento además de la complicidad de un presidente que deja trabajar. El técnico sabe cómo sacar el máximo rédito a una plantilla bien construida, motivada y con las ideas muy claras. La veteranía es clave, pero también la dosis de juventud necesaria sobre el césped. Se cierra el capítulo copero y quién sabe si se repetirá la próxima temporada, pero ahora mismo la guerra es asegurar cuando antes la permanencia en una categoría tan exigente como la Primera RFEF. Lo que está claro es que el Madrid se marchó de El Collao de nuevo con buen susto. Ese debe ser el objetivo de cada uno de los partidos. El Alcoyano es magia pura. Gane o pierda.
