La espera ha sido larga. Pero después de 44 años el tenis australiano ha conseguido colocar a una campeona en el palmarés de su Grand Slam. Ashleigh Barty ha conseguido poner fin a la sequía al ganar el Open de Australia y tomar el relevo de su compatriota Chris O'Neill que lo consiguió por última vez en 1978. La número 1 mundial lo ha conseguido al derrotar en la final a la estadounidense Danielle Rose Collins por 6-3 y 7-6 (7-2).

Ganadora de todos sus partidos sin ceder un set hasta la fina y solo 21 juegos, Barty ha empezado dominando a la tenista estadounidense, de 28 años y 30 mundial, que disputaba su primera final en un Grand Slam y que no ha ganado ningún torneo en el circuito femenino al que se incorporó acabada su carrera universitaria.

En 23 minutos la tenista australiana ha conseguido apuntarse la primera manga sin excesivos problemas y aprovechando un único 'break' (4-2). Collins , no ha conseguido poner en juego el tenis agresivo y valiente que la había llevado hasta la final.

Collins no se ha amilanado ante Barty, ni ante los aficionados australianos que se volcaban con su compatriota en la Rod Laver Arena, limitada a un 85% por las normas sanitarias anti-covid. La tenista estadounidense se ha crecido ante la adversidad para ser más valiente, subir su nivel de tenis, con golpes potente y restos efectivos, y celebrar sus puntos encarándose al público y pidiendo al juez de silla que hiciera callar a las gradas cuando los puntos estaban en juego.

Así Collins ha conseguido hacer el 'break' (2-0), segundo que encajaba Barty en todo el torneo, repetir en el quinto (5-1) para tomar ventaja. La tenista australiana , que había perdido su solidez inicial, ha logrado frenar la racha de Collins rompiéndole el servicio por dos veces para igualar el marcador y colocarse 5-5, ganando cuatro juegos seguidos y forzar el 'tie break'.

Barty no ha dejado escapar la oportunidad en el desempate que podía suponer el título. La australiana ha logrado templar sus nervios y la presión del momento para adelantarse 4-0. Collins solo ha conseguido ganarle dos puntos más. En el primer 'match ball', con un 'passing shot' de derecha cruzada, ha certificado su victoria en 1 hora y 25 minutos, rompiendo los 44 años de sequía del tenis australiano.

La número 1 mundial ha conseguido ganar su tercer Grand Slam después de ganar en Roland Garros (2019) y en Wimbledon (2021).