Esta vez no fueron las decisiones arbitrarias de los jueces a la hora de otorgar los puntos como en 2017, pero los árbitros volvieron a ser decisivos para que el boxeador de Torrellano Kiko Martínez "La Sensación" Martínez no pudiera mantener el cinturón de campeón del mundo del peso pluma de la Federación Internacional de Boxeo (IBF). El púgil ilicitano quería vencer por KO para evitar que los jueces ayudaran al británico Josh Warrington, que peleaba en casa ante un First Direct Arena de Leeds repleto de público. Pero con lo que no contaba el bueno de Kiko era que los jueces iban a ser permisivos con el boxeo "sucio", que empleó su contrincante, que, a bases de cabezazos, intentó dejar sin movimientos y sin capacidad de reacción al campeón.

A sus 36 años recién cumplidos, Kiko Martínez se había preparado a conciencia y soñaba con retener el cetro mundial. Sin embargo, empezó a perder el combate ante Warrington en el primer asalto, en el que recibió un golpe de su rival con la cabeza que le abrió una brecha en la nariz. Incluso el púgil ilicitano se fue al suelo, desequilibrado al tratar de responder la continuas embestidas de su contrincante, que salió al cuadrilátero como un vendaval.

El huracán de golpes del británico se mantuvo asalto tras asalto ante un Kiko Martínez mermado, con el rostro ensangrentado y que ya no podía conseguir el modo de hacer frente a su rival, que insistió en usar la cabeza en episodios de cuerpo a cuerpo, una situación que le costó ilicitano otros dos cortes más, en la ceja izquierda y en la frente.

En el quinto asalto, Kiko se repuso y trató de igualar el combate, pero todo estaba ya condicionado desde el primero. Sin embargo, en el séptimo round, con Warrington desatado, el árbitro detuvo el combate a falta de 48 segundos ante la inferioridad del púgil de Torrellano, cegado por la sangre que manaba de sus heridas y concedió la victoria al británico.

Fue un duro palo para Kiko Martínez, que llegaba a esta velada con un historial de 43 victorias (30 por KO), 10 derrotas y 2 empates. El boxeador ilicitano cede de esta forma el título mundial, que ganó en noviembre de 2021 cuando venció por KO técnico en el sexto asalto al también británico Kid Galahad, en Sheffield (Reino Unido).

Es un trago difícil de digerir. Ahora, el púgil de Torrellano tiene que decir si a sus 36 años intenta recuperar el trono mundial del peso pluma o decide poner fin a su carrera. Su intención inicial antes de esta pelea era retener el cinturón de campeón del mundo, luchar por el unificado y, luego, retirarse.