Carlo Ancelotti repite hasta la saciedad a sus futbolistas que “son tan importantes los que acaban los partidos como los que lo empiezan”. Y a base de repetirlo los ha convencido hasta el punto que los datos confirman que los segundos son más decisivos. El Real Madrid se ha acostumbrado a remontar, como ante el Chelsea o el Sevilla en Nervión, lo que le ha llevado a ser el que más partidos gana en Liga tras ponerse atrás en el marcador (4).

'Zona Ancelotti'

Este Madrid de la segunda era de Ancelotti es letal en las segundas partes, en las que suma el doble de goles que en las primeras (50 tras el descanso por 25 en los primeros asaltos). De hecho, sus ocho últimos goles en Liga han sido tras regresar del vestuario. Y apurando más, casi un tercio de sus goles en Liga (15 de 51, 29,4%) llegaron en el último cuarto de hora, en la ‘Zona Ancelotti’, como ha rebautizado el vestuario la histórica ‘Zona Cesarini’. Esos minutos finales en los que el rival está agotado.

¿Cómo se explica eso? Es clave la preparación física, en la que trabajan Antonio Pintus y Davide Ancelotti. Así jugadores como Modric o Benzema ofrecen su mejor rendimiento en las continuaciones o en las prórrogas, pese a superar los 35 años. A eso se suma el acierto de Carletto en la gestión de los cambios. Lo advertía Modric tras eliminar al Chelsea en la prórroga: “Ancelotti nos ha ayudado con los cambios”. Así, Rodrygo, Nacho o Camavinga se han convertido en revulsivos. “Hay jugadores que tienen más calidad, otros tienen más compromiso y algunos corren más. Todos son necesarios”, sostiene el italiano. Sin rastro de Bale, Jovic y Hazard y con su potencial ofensivo limitado a Benzema y Vinicius, el técnico ha ‘fabricado’ goleadores como Asensio (10 goles), Rodrygo (4) o Nacho (3).

El italiano no levanta la voz en el vestuario y todos sus mensajes son constructivos. El día que fueron goleados por el Barcelona en el Bernabéu (0-4), habló con sus jugadores antes de ir a sala de prensa: “Me equivoqué en el planteamiento. No hagamos drama y que nos sirva de lección. Calma y tranquilidad”. Protege al grupo por encima de todo y asume con naturalidad los errores como suyos.

El Madrid ha pasado de la flor de Zidane a los milagros de Ancelotti. El más famoso es ese cabezazo de Sergio Ramos en el minuto 95 de la final de la Champions de Lisboa que rescató al Madrid ante el Atlético para llevarle a la prórroga. Su último milagro, se comenta con sorna, es que el Madrid aún no ha visto ninguna roja en Liga. Ni Camavinga en Sevilla. ¿Acabará la liga sin expulsados? Eso sí que sería un milagro de Carletto...