Quique Moreno (6 julio de 1992, Málaga) llegó al Eón la temporada pasada y, a pesar de que su rol en el equipo ha cambiado en ésta, el miércoles ante el Unicaja Banco SinFín volvió a demostrar que es un revulsivo perfecto para desatascar el encuentro en los momentos complicados. 

¿Cómo está la plantilla tras el encuentro de ida de este miércoles?

Dolida porque es un resultado abultado y queríamos ir con posibilidades a su campo. Aunque no es imposible pero siete goles es mucha diferencia. 

¿Esperaban el partido como se dio?

Esperábamos la salida al revés. Que nosotros íbamos a salir mejor. Pero rápido se notó la diferencia de categoría, de peso… Empezaron más cómodos y no nos lo esperábamos tanto. 

 Al final en los últimos minutos se pudo recortar un poco las distancias… 

Es una eliminatoria a doble partido y al final apretamos un poco cuando ellos se relajaron y así animar el pabellón que nos estuvieron animando todo el tiempo y se lo merecían también. 

¿En qué momento creyó en la reacción?

Ellos empezaron a hacer cambios y entramos con más ganas en cuanto tuvimos varias ocasiones más claras. Además, el público se vino arriba y nos ayudó para poder remontar un poco. 

Quique Moreno Alejandro Ferrandiz Gomis

Lo que volvió a quedar claro, una vez más como en el resto de la temporada, es que da igual quién salga que todos aportan y no van a haber grandes diferencias. 

Ha sido un año difícil entre cambios de entrenador, malas rachas y el miércoles volvimos a demostrar que somos una plantilla amplia y todos podemos aportar para que no se note cuando no se está mejor. 

Y, cómo dice, en una temporada tan dura como ha sido esta… 

Al final para ascender es clave contar con una plantilla así para que cuando uno no está al 100% tenga a un compañero que sí lo esté. Sobre todo, cuando te enfrentas a un equipo de ASOBAL se nota más. Si no nos ayudamos entre nosotros no se puede ganar un partido de este calibre.  

 ¿Cómo ve el partido del sábado? 

Es difícil. No nos podemos engañar. Vamos sin presión y tenemos que jugar con eso. Si ellos se relajan vamos a intentar ponerlo más complicado y meterles algo de miedo. Así darle emoción hasta el final y disfrutar de este partido porque no siempre se juega una promoción a Asobal. Así que, a muerte. A intentarlo. 

Será el último partido de esta temporada, ¿con qué se queda de este año? 

Siempre con las personas. Aquí hay un grupo magnífico. Yo que no soy de Alicante me he sentido como en casa desde el primer día. Así que me llevo el grupo humano.  

Hubo un momento de la temporada en el que se complicó incluso hasta la clasificación al grupo por el título. ¿Imaginaban en ese momento que iban a estar en esta promoción? 

En el vestuario siempre hemos creído en nosotros mismos. Hemos hablado muchas veces de esta tercera posición. Desde fuera no creyó nadie y nosotros seguimos picando piedra para meternos en la fase. Entramos séptimos en esta fase de ascenso y poco a poco fuimos ganando partidos y haciéndonos fuertes en casa que es lo que necesitábamos y al final lo conseguimos. Si hubiéramos hecho mejor las cosas, quizás estaríamos ya en Asobal sin tantas complicaciones. Pero las temporadas son largas y difíciles y ocurren estas cosas. 

Lo que sí que ha quedado claro es que al final este equipo ha vuelto a enganchar a la ciudad de Alicante a este deporte. 

Sí. Este año se ha hablado mucho de que Alicante tiene a la afición del balonmano dormida, pero se ha despertado y esta vez hemos enganchado a gente nueva, joven que se interesan por el balonmano y es lo bonito. Maristas se ha llenado, se ha hecho un pabellón más acogedor que el Pitiu. Además, es muy bonito ver cómo los pequeños se acercan a pedirte fotos y firmas porque ven que hay gente más mayor que se dedica a esto y que en un futuro podían ser ellos.