El juez único del Comité de Competición podría conceder el ascenso a Tercera RFEF al Crevillente Deportivo al haber sido el mejor campeón de Preferente a nivel autonómico. Lo podría hacer en base la circular número 9 de la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana (FFCV). Este documento oficial, que es público y está ubicado en la propia web federativa, dice expresamente sobre las vacantes en Tercera RFEF que: “Si una vez finalizadas todas las fases y consumados los ascensos previstos, se produjesen vacantes en el grupo sexto de Tercera División, estas serán ocupadas por el equipo que, habiéndose clasificado en primer lugar de la Liga Regular entre los cinco grupos de Preferente, no hubiese alcanzado el ascenso en la segunda fase (Play Off de Ascenso a Tercera RFEF)”.

Siguiendo este punto de la normativa la noticia es evidente: el Crevillente Deportivo ya es equipo de Tercera RFEF pese a que ayer perdió la final por el ascenso en los penaltis ante el Patacona

¿Qué vacante ocuparía? Al haberse producido el ascenso del Saguntino a Segunda RFEF, queda una plaza en la Tercera, la liberada por el conjunto castellonense. 

¿Entonces? ¿Por qué no lo celebró el equipo blanquiazul? Porque es muy probable que la decisión final se haga esperar o incluso que tenga que intervenir la justicia deportiva, el Tribunal del Deporte. 

La FFCV tiene que cubrir esa plaza. Pero hay quien interpreta que está cubierta por el Jove Español de San Vicente del Raspeig, que por otro lado podría haber consumado su descenso por “arrastre”. 

¿Qué es el arrastre?

En la misma circular federativa, varios puntos antes del ya citado, se especifica que: “Descenderán a Liga Regional Preferente, como mínimo 5 equipos, que serán los equipos clasificados en los puestos 15o, 16o, 17o, 18o y 19o del Grupo VI de Tercera División RFEF, siempre que no se produzcan descensos de los equipos de la Comunidad Valenciana que toman parte en la Segunda División “B” (Segunda RFEF)

En caso de producirse descensos de equipos de nuestra Comunidad que tomen parte en la Segunda División “B” (Segunda RFEF), y una vez cubierto el máximo de equipos previstos para Tercera División para la temporada 22/23 (16 equipos) y de conformidad con la Circular no98 de la RFEF, los que excedan de dicho número deberán descender, por arrastre, a las demás categorías territoriales (Preferente, 1a y 2a Regional), correspondiendo el descenso, en número igual al de tal exceso, a los equipos que hubieren ocupado los puestos inmediatamente anteriores a los que perdieron la categoría por su puntuación”.

De este modo, al haber descendido el Levante B a Tercera RFEF, el Jove Español caería por arrastre. La norma federativa tiene una laguna en su formulación y esta debe ser interpretado por el ya citado juez único del Tribunal de Competición. La circular no dice que la vacante se cubrirá con el equipo arrastrado sino con el mejor de Preferente.

El caso queda sujeto a la interpretación del juez o al recurso que probablemente interpongan los clubes implicados. De momento, el Crevillente Deportivo no ha movido ficha. Por su parte, el Jove Español sí ha realizado varias publicaciones en sus medios sociales dando por conservada la categoría. No se considera perjudicado por el “arrastre” al entender que se beneficia del ascenso del Saguntino. Y así lo celebró al conocer esa noticia.

La pelota está ahora en el tejado del Comité de Competición que, una vez finalizados los playoff de ascenso debe pronunciarse sobre qué equipos asciendes y cuales descienden. Una cosa parece evidente, la duda la genera la propia circular y puede provocar serios problemas tanto a la Federación como a los clubes, que ya preparan la próxima temporada. El documento federativo habla por un lado del descenso de cinco equipos más los posibles arrastres y, por otro, de que las vacantes se cubren con los mejores de Preferente, no con los arrastres

Esta circular de la FFCV solo afecta a las competiciones autonómicas, pero otras territoriales españolas podrían tener el mismo problema que el que se puede dar aquí.

La Federación ha asegurado a este periódico que la decisión o interpretación no es labor suya sino del juez único, que es quien cada final de temporada determina los ascensos y descensos. Después, los clubes que se sientan perjudicados pueden recurrir a la justicia deportiva.