Tres semanas después del ascenso a Primera RFEF, el Intercity ha acudido al Ayuntamiento de Alicante, pero no ha sido para recibir el reconocimiento municipal por su logro –a diferencia de lo que sucedió en la Diputación y el Consistorio de Sant Joan– sino como una sencilla «visita de cortesía» para hablar distendidamente del objetivo sellado en La Nucía por el conjunto de Gustavo Siviero el pasado 15 de mayo y, según fuentes de la entidad negra, para exponerle al primer edil, Luis Barcala, y a Carlos Mazón, presente en el despacho de la Alcaldía, «las líneas maestras» de un proyecto en el que no estarán ni el arquitecto de los equipos que han logrado los dos últimos salto s de categoría, Quique Hernández, ni Perfecto Palacio, que anunció su renuncia a la vicepresidencia menos de 24 horas antes de acudir a una cita que, tal y como desveló Manuel Villar, portavoz adjunto del bipartito, «llevaba programada desde hace mas de una semana.

Salvador Martí, presidente del Intercity, acudió al despacho del alcalde acompañado por su director general, Toni Gallego, y por Juanfran Torres, que, además de accionista, se encargará de asumir el control total de la parcela deportiva cuando Hernández alcance un acuerdo para rescindir su contrato, algo que aún no se ha concretado a pesar del supuesto interés de las dos partes de poner fin a la relación cuanto antes para no perjudicar el nacimiento del nuevo proyecto. La cita no figuraba en el orden del día consistorial y tampoco estaba reflejada en la agenda del alcalde.

«Es una reunión coordinada desde hace mas de una semana dentro de la normalidad. Se trata de un equipo alicantino porque tiene su sede social en la capital. Se ha hablado de las ideas para el año que viene. Es una visita de cortesía», explicó posteriormente Villar, sin entrar en más valoraciones. A la cita no se permitió el paso de los fotógrafos presentes en el momento en el que se produjo el cónclave, lo que agudiza aún más el halo de clandestinidad que envolvió al intercambio de opiniones y exposición de intenciones.

Tres semanas después de concretar su ingreso en la tercera categoría del fútbol español, el Intercity aún tiene que resolver la continuidad de su técnico, la salida preferentemente amistosa de su director deportivo y la localización de un lugar de entrenamiento cuando no pueda hacerlo en el Antonio Solana, uno de los motivos llevaron a Quique Hernández a no tomar en serio públicamente el objetivo que se marcó Martí para el próximo curso: subir a Segunda. Mañana, jueves, está previsto que el directivo explique la salida a Bolsa del club en un acto en València bajo el epígrafe «Mesa de Cotizadas de la Comunidad».