No tiene más de una década de vida, maneja un humilde presupuesto y tiene menos de un centenar de fichas. Pero posee lo más valioso que puede tener un club: constancia, lucha y sacrificio. Es el Club Bàsquet Joventut d’Alcoi, un club de baloncesto que va consiguiendo sus objetivos pese a disponer de escasos medios. Esta podría ser la historia de la aldea de Astérix y Obélix en el mundo del baloncesto de la Comunidad. El Joventut d´Alcoi, presidido por Juan Luis Belmez, es un pequeño club fundado hace nueve años con apenas 15 niños y niñas que este año su equipo júnior masculino ha conseguido contra todo pronóstico el ascenso a categoría autonómica, algo que nunca había sucedido. Casi exclusivamente con el apoyo de los padres del club, pasarán a codearse la próxima temporada con los filiales del Valencia Basket y Lucentum, entre otros clubs históricos de la Comunidad Valenciana. 

Este equipo formado por siete jugadores júniors (dos de ellos lesionados media temporada) y el apoyo de cuatro jugadores cadete. Chavales de 1´70 y 50 kilos luchando contra gigantes de 2´00 metros y 100 kilos.

El espíritu inculcado por su entrenador Juanjo Ferrer es el de «correr, correr y correr un metro más para ayudar al compañero» es aplicado a rajatabla por los jugadores y es una de las razones del éxito.

Recién ascendidos a categoría preferente, lograron la primera plaza del grupo tras 26 partidos en un grupo dificilísimo con equipos como Ilicitano, Benidorm, Lucentum o Montemar.

En semifinales se impusieron en los dos encuentros al correoso equipo de Sueca y en semifinales derrotaron al Bétera. Ya son equipo de categoría autonómica, ya que los dos finalistas suben directamente. El duro trabajo que empezó con la pretemporada ha dado sus frutos. Por el camino muchos golpes, hielo, vendajes, viajes al amanecer y vueltas de madrugada.

Integrantes del CB Joventut d’Alcoi junto a los del Lucentum tras la semifinal del Trofeo Federación

Unos valores enormes, el más grande es la amistad porque son verdaderos amigos, capaces de chillarse en un partido para animar al compañero y diez segundos después fundirse en un abrazo enorme y llorar. Este equipo lo componen: Guillermo Muñoz, Héctor Roselló, Erik Doncel, Álvaro Escoda, Jorge Cortés, Jesús Muñoz, Juan Perovich, Adrián Melgarejo, Pascual Fernández, Javier Belmez, Juan Carlos Ramos y Rodrigo Amorós.

Su último gran éxito lo ha protagonizado su equipo júnior tras clasificarse para la final del Trofeo Federación que disputa hoy ante el Nou Bàsquet Alcoi en un atractivo derbi alcoyano. El Joventut eliminó contra todo pronóstico al Lucentum en una eliminatoria a ida y vuelta.

La alegría es total, principalmente por la entrega de sus componentes a lo largo de toda la temporada y la posibilidad de recoger sus frutos merced a su constancia. Para este equipo modesto, se trata de un gran logro que refrenda que al final el buen trabajo y el esfuerzo acaba teniendo recompensa.

 Con solo nueve jugadores y escasos recursos económicos, ya que apenas optan a subvenciones, el equipo entrenado por Juanjo ha conseguido un brillante ascenso con una plantilla muy limitada en número. El excepcional ambiente dentro del equipo ha sido sin duda una de las claves del éxito.