Si uno repasa la trayectoria de la atleta ilicitana Cristina Juan, hay tres etapas bien diferenciadas: la de la joven promesa que llegó a ser décima en un Europeo sub23, una especie de agujero con un par de lesiones que le dejaron al borde de la retirada y el pasado domingo su resurrección con el título nacional de 5K.

El primer puesto en el Campeonato de España de 5 kilómetros de Paterna le llegó por sorpresa. «María (Ureña, subcampeona) está muy uerte y no pensaba, ni de lejos, que iba a ganar, pero mira, la cabeza a veces te sorprende y acabé ganando».

Cristina Juan cumplirá 30 años el próximo 6 de julio. La atleta del Juventud Atlética de Elche no se ha aburrido durante todo este tiempo. En el atletismo le ha dado tiempo a subir, bajar y volver a subir. A marcharse a Madrid a entrenar con Antonio Serrano, a pasar un par de años corriendo en la NCAA con Arizona State y a regresar a casa para reconstruirse como atleta junto a su nuevo entrenador, David Amorós, de Crevillent

En lo profesional no ha sido mucho más estable: empezó estudiando Arquitectura, hizo un par de años relacionados con el diseño en Estados Unidos y acabó convertida en Policía Local en Ibi. Ahora prepara las oposiciones para poder trabajar en Elche, su ciudad.

La ilicitana despuntó con algunas medallas nacionales como sub’23 en los 1.500 y un quinto puesto en el cross. Su momento culminante, entrenando aún con José Valeriano Zapata, llegó cuando logró clasificarse para el Campeonato de Europa sub’23 de Tampere (Finlandia), donde ofreció su mejor rendimiento. Primero, en las eliminatorias, hizo la que aún es su marca personal en los 1.500 (4:17.62), y después, en la final, logró la décima posición. Ahí coincidió con sus compañeros de generación en el atletismo valenciano: Eusebio Cáceres, Pablo Torrijos, Vicente Docavo, Cristina Ferrando, Manel Miralles y Alejandro Noguera.

El mundo se abría ante ella, pero luego cambió el viento. «Me fui un año a la Blume, sin beca, para entrenar con Antonio Serrano, pero no me fue del todo bien, volví y luego me tiré dos años de lesiones, mi experiencia en Estados Unidos, más tarde la pandemia, así que pasó mucho tiempo sin hacer nada destacado».

La atleta ilicitana en el podio del Nacional de 5K EVENTO SPORTS

Estados Unidos

Como una ’sun devil’ de Arizona State tuvo la oportunidad de conocer el deporte universitario estadounidense. «Fue una experiencia increíble. Hice dos años de Diseño o algo parecido. El sistema de entrenamiento es diferente, pero aún así hice buenas marcas: 4:26 en 1.500 y 16.34 en 5.000».

Luego llegó la oscuridad. Primero una periostitis, una lesión muy difícil de curar, y después una tendinopatía en el tendón rotuliano. Cristina Juan se tiró meses y meses pasando de un fisioterapeuta a otro en busca de una solución que no llegaba. «Hasta que comprendieron que tenía que fortalecer ciertos músculos. Pero me recuperaba de una lesión y caía en otra. Fueron dos años muy malos. Me costó volver a tener un nivel bueno. Entre los estudios, el trabajo y todo, fue difícil. La verdad es que me planteé dejarlo porque no me salían las cosas, pero siempre tuve esa espinita clavada de volver a correr rápido y eso me hizo seguir intentándolo».

Policía en Ibi

La arquitectura no terminó de convencerle y acabó haciéndose policía. De momento está de interina. «Aún no tengo la plaza fija y estoy trabajando en Ibi, por eso sigo estudiando porque a mí me gustaría acabar en Elche».

Por el camino, con el paso de los años, terminó subiendo de distancia. Este año estaba preparando el 5.000, pero mentalmente le cuesta mucho dar doce vueltas y media a la pista y optó por cambiar de objetivo para competir en Paterna en el Campeonato de España de 5K. Un reto en plena ola de calor con la salida a las once de la mañana. «Nada más empezar se escapó la extranjera (Edymar Daniely Brea) y me fui detrás de ella. La cogí y enseguida me pasaron María Ureña, otra chica (Marina Bagur) y la extranjera. Me vi cuarta y pensaba que no iba a poder subir al podio, pero me dije que para adelante y a la primera ya no la cogí, pero a falta de 800 metros superé a Ureña y me llevé la medalla de oro».

Ahora deja la alta competición hasta el próximo otoño. Ahí espera hacer una marca notable en el Medio Maratón de Valencia Trinidad Alfonso Zurich el 23 de octubre. Ya tuvo un primer contacto con la distancia en el Costa Blanca Half Marathon de Benidorm, en noviembre, y logró el segundo puesto con un tiempo de 1h17:29.

En marzo, Cristina Juan volvió a sentirse gran atleta en Laredo. En la prestigiosa carrera de 10 kilómetros fue quinta con un registro excelente: 33:30 (decimocuarta mejor marca española del año). «Cuando crucé la meta, pensé que ya había cumplido esta temporada. No me estaba encontrando muy bien en los entrenamientos por culpa de la fatiga y por eso renuncié a la pista. Pero en ruta se me hace menos duro psicológicamente y me animé. La cabeza lo es todo y en Laredo me encontré muy bien. Estaba entrenando para eso. Ya quería haber corrido el 10K Valencia Ibercaja, pero pillé la covid y no pude».

En enero volverá disputará, en el 10K Ibercaja, pero antes le espera el medio maratón. «Quiero ver qué tal se me da esa distancia, aunque el recorrido hasta allí será complicado». Como policía local trabaja siete días y descansa los siete siguientes. Los días que se tiene que poner el uniforme, se levanta a las cinco de la mañana, acaba su jornada, come y por la tarde se va a entrenar. «Es muy duro» señala. La semana que libra, cambia el trabajo por el estudio de las oposiciones, así que tampoco mejora mucho la exigencia. Pero en 2022, de la mano de David Amorós, ha recobrado la fe en sí misma. Primero en Laredo, luego en Paterna y en octubre le espera Valencia.