El atleta colivenco Eusebio Cáceres ha terminado en octava posición en la final de la prueba de salto de longitud del campeonato del mundo de atletismo que se está disputando desde este pasado viernes en Eugene (Estados Unidos). Cáceres ha tenido que conformarse con plaza de finalista, en una competición en la que se ha visto mermado por unas molestias físicas sufridas durante la calificación.

En este caso, el poco tiempo entre la fase clasificatoria y la disputa de la final (un día) han jugado en contra del alicantino, que únicamente fue capaz de realizar dos saltos válidos (el primero, de 7,91 metros, y el tercero, de 7,93), suficientes para pasar entre los ocho mejores, pero no para pelear por las medallas, su anhelo de cara a esta competición después de haber sido cuarto el verano pasado en los Juegos Olímpicos de Tokio.

El chino Juanan Wang, que no había superado los 8 metros este año antes de viajar a Eugene, arrebató al griego Miltiadis Tentoglou -campeón olímpico- la medalla de oro con una marca de 8,36 en el último intento.

Wang administró a Tentoglou su propia medicina. En la final olímpica de Tokio, el griego estaba fuera del podio y conquistó el oro en la última ronda. En Eugene Wang ha hecho lo mismo, pasando de estar fuera de las medallas con 8,03 a ganar la prueba con cuatro centímetros de ventaja sobre el griego, que ya saboreaba la victoria. La medalla de bronce fue para el suizo Simon Ehammer con 8,16, un centímetro más que el cubano Maykel Masso.

Suerte de quedar octavo

Tras la prueba, Eusebio Cáceres reconoció que compitió en la final de longitud con un fuerte dolor en el tobillo izquierdo y declaró que la sensación con la que se marcha del Mundial de Eugene es que tuvo "suerte de quedar octavo".

Cáceres, a sus 31 años, sumó un nuevo puesto de finalista en un gran evento internacional y sigue negado ante las medallas en una final de longitud a la que llegó con fuertes molestias en su tobillo izquierdo, que venía arrastrando antes de llegar a este Mundial y que le mermaron durante toda la final, en la que su mejor salto fue 7,93.

Cáceres aterriza en uno de sus saltos en la final Robert Ghement

"Tengo la sensación de que he tenido suerte de quedar octavo. No estaba mal el pie, más o menos estaba respondiendo todo el rato, pero a la hora de saltar en vez de hacía arriba parecía que iba hacía abajo", dijo Cáceres, tras la competición.

"Me dolía mucho el pie saltando pero después, pasaban cuatro o cinco minutos, y parecía que el dolor remitía. La anestesia hacia efecto y he podido hacer el concurso completo. Era una final del Mundial y yo iba a dejar todo lo que tenía. No me encontraba con sensaciones que fueran malas pero a la hora de batir no respondía el pie", apuntó.

El atleta de Onil explicó que en la calificación "bloqueó" en los dos últimos saltos, notó que "chocaba bastante y estaba dolorido".

"No era algo que suela dar problemas, estaba convencido que saldría bien, pero me han tenido que anestesiar. No sé explicar bien qué pasó. No soy capaz de darle la importancia para los saltos. No tenía más, he dado todo y gracias que he quedado octavo. Cuando ha acabado la competición he sentido impotencia pero no tengo tiempo de lamentos. El Europeo está cerca y pienso que tiene que salir algo", concluyó.