El fútbol alicantino está de luto tras el fallecimiento a los 85 años de Francisco Arcas Navarro, árbitro alicantino que llegó a dirigir partidos hasta Segunda División, a finales de la década de los 70 y principios de la de los 80.

Además, Arcas Navarro fue delegado del colegio de árbitros de Alicante y profesor de la escuela de entrenadores. Estuvo presente en la inauguración del estadio Rico Pérez, al actuar como asistente en el duelo que enfrentó al conjunto blanquiazul contra el Barcelona el 3 de agosto de 1974.

Su legado lo recogería su hijo, que también fue árbitro profesional. Arcas Piqueres, como su padre, arbitró en Segunda entre 2000 y 2006 y actualmente ejerce como delegado en el Intercity.

Pero la saga continúa pues su nieto, Adrián Arcas Ñeco, está empezando también en el mundo del arbitraje, lo que supone la tercera generación. Adrián, que ha tenido en su padre y en su abuelo dos grandes referentes, ha ascendido este año a Preferente. Su abuelo estará orgulloso allá arriba.