Temporada nueva, vida nueva. Este es el lema al que parece aferrarse el Joventut d’Elx, que dentro de su apuesta por la profesionalización del club ha decidido absorber la plaza en Primera que dejaba vacante la Universidad de Alicante y competirá el próximo curso con equipos en las dos máximas categorías del fútbol sala femenino nacional. Un reto que llega acompañado en un giro radical en diversos sentidos en el proyecto del club. Su presidenta, Esther Menárguez, no pone límites a la ambición del mismo.

¿Qué sensaciones tiene ante este nuevo proyecto? 

Cumplimos 10 años en el club y en este tiempo hemos tenido repercusión y éxitos, llegando a la máxima categoría nacional femenina. El cambio era necesario porque queremos pasar de ser amateur a profesional. Estamos trabajando con empresas profesionales en distintas áreas para darle un enfoque nuevo al club y llegar a ser un club profesional.

¿Cuánto ha sufrido por la confirmación de seguir en Primera División?

De la situación que vivía la UA nos enteramos a finales de mayo. Desconocíamos la posibilidad de absorber su plaza. Distintas llamadas nos pusieron sobre la pista de esta opción y lo valoramos durante muchos días porque la Primera División es complicada. El año pasado descendimos porque la planificación deportiva no nos salió como queríamos. Yo agradezco el trabajo de las jugadoras, pero la realidad es que no lo conseguimos. Nos reunimos y decidimos tirar hacia adelante porque creo que nos merecíamos una segunda oportunidad.

El calendario apretaba...

El 23 de junio teníamos luz verde de la Federación porque la documentación era correcta y podíamos preparar el equipo. Lo que ocurre es que esto no se da por escrito sino por teléfono. Teníamos claro que era verdad, pero a la hora de confeccionar el equipo cuesta más convencer a las jugadoras porque al fichar a alguien de fuera necesitan esa certeza. Hasta que no salieron las inscripciones hace 10 días no podíamos confirmarlo por escrito. Ahora ya tenemos las dos plantillas confeccionadas y empezaremos a trabajar el 8 de agosto con el primer equipo y el 16 con el segundo. Ha sido difícil, muchas llamadas, pero lo hemos conseguido gracias a la ayuda de toda la gente del club.

¿Qué cambios hay en la planificación deportiva para no repetir los errores del pasado? 

Hemos decidido que las jugadoras fueran conocedoras de nuestro club. Creo que es importante el sentimiento de pertenencia, crear una piña en el grupo. La temporada pasada hicimos siete u ocho fichajes que lo dieron todo, pero no existía esa conexión. Y en un deporte de equipo se necesita esa conexión. Para afrontar la élite hay que ser una piña desde el primer día.

Esa conexión debe trasladarse también a la grada, con cambio de pabellón incluido...

Queremos que toda la gente se sume a esta conexión, acuda al pabellón y anime, recuperando esas sensaciones de hace dos años, cuando llenamos el Esperanza Lag. La idea es darle a esa afición lo que no ha podido tener la pasada temporada, no por perder los partidos sino por la falta de empatía con el público. Carrús acoge más a la gente, el público está más cerca de las jugadoras... Además, estamos trabajando en varias campañas para enganchar a la afición, en los descansos se van a hacer cosas. Queremos hacer un espectáculo y que la gente vaya al fútbol sala como el que va a un concierto.

A nivel deportivo, ¿qué objetivos se marca para este nuevo proyecto del Joventut?

En Primera División debemos tener el objetivo de más que la permanencia. Yo creo en los proyectos y creo en este. No me voy a quedar en la permanencia. Tenemos plantilla para más. Son jugadoras que lo van a dar todo para estar arriba. En el masculino de Preferente hemos hecho también buena plantilla para estar en los puestos de arriba y optar al ascenso a Tercera División.

El nuevo proyecto está llevando también un cambio de imagen, con nuevo escudo incluido. ¿Cómo está viviendo todo este proceso?

Está siendo ilusionante, un soplo de aire fresco después de una temporada dura como la que hemos pasado. Hemos empezado una nueva era, como si fuéramos un club completamente diferente. En el nuevo escudo nos ha ayudado Cacahuete Comunicación, que es la empresa que va a seguir a nuestro lado durante la temporada. Cada idea, cada imagen o cada vídeo que nos pasan nos provoca una sonrisa y estamos muy ilusionados con todo lo que nos viene, a todos los niveles. Este año le hemos dado importancia a la comunicación, con gente seria y profesional. Tenemos solo diez años, pero estoy segura de que llegaremos a ser profesionales y esperamos darle muchos éxitos a la ciudad de Elche.