Eusebio Cáceres ante el foso. Al fondo, entre la tierra donde aterrizará, una medalla. Esa presea que al «Saltamontes» de Onil se le resiste a nivel internacional, por unos motivos u otros. A veces una lesión, otras unas molestias y, en las ocasiones en las que todo se puso de cara, unos centímetros, como ocurriera hace un año en los Juegos Olímpicos. 

El recuerdo de la competición de Tokio aún permanece en la retina de Cáceres. Entonces acabó cuarto, en lo que parecía poder su gran día como profesional. Voló hasta los 8 metros y 18 centímetros en su sexto y último intento. Le faltaron solo tres más para subirse al podio y colgarse un bronce que hubiera sido el premio a tantos años de esfuerzos, entrenamientos y superación ante todo tipo de adversidades.

No era la primera vez que se llevaba la «medalla de chocolate» en una gran competición. Cáceres ya había catado ese sabor agridulce tanto en el Mundial de 2013 como en los Europeos de 2014 y 2019 (bajo techo). En total, el colivenco acumula nueve plazas de finalista en grandes competiciones. Este año, antes de ser octavo en el Mundial de Eugene con molestias se colgó la medalla de oro en los campeonatos Iberomericanos celebrados en La Nucía.

Un mes después, Cáceres afronta el Campeonato de Europa como una de las citas de su vida en las que más opciones tiene de medalla. El «Saltamontes» afrontará este lunes la calificación (a partir de las 12:10, Teledeporte), en la que se pide una marca de 8,05 metros para acceder de manera directa a la final.

Cáceres es cuarto en el ranking europeo de la temporada, con una mejor marca de 8,15 (su récord personal es 8,37). Por delante solo tiene al griego Tentoglou, al sueco Montler y al suizo Ehammer, aunque este último es baja.

En Múnich, Cáceres cumple 12 años como internacional absoluto. Más de una década desde su debut en el Europeo de Barcelona de 2010, cuando aún en edad júnior peleó con los mejores. A las puertas de los 31 años, el atleta de Onil espera dar el salto definitivo hacia el podio. El lunes le toca dar el primero. Y, si todo va bien, el martes mismo daría el definitivo.