El español Pablo Carreño perdió este domingo en octavos de final del Abierto de EEUU ante el ruso Karen Khachanov, que se llevó el partido por 4-6, 6-3, 6-1, 4-6 y 6-3 en tres horas y 21 minutos.
Con esta eliminación y la de Alejandro Davidovich Fokina esta mañana frente al italiano Mateo Berrettini, la delegación española en Nueva York se queda con solo dos representantes en el cuadro masculino: Rafa Nadal y Carlos Alcaraz (el lunes jugarán sus respectivos partidos de octavos).
Carreño, número 15 del mundo y reciente campeón del Masters 1.000 de Montreal, vivió un duelo muy extraño, complicado y lleno de altibajos ante Khachanov, que ocupa la posición 31 del ránking mundial.
El español ganó el primer set con comodidad, se vino abajo en el segundo y el tercer set, tuvo problemas físicos que le dejaron al borde de la retirada, resurgió de forma sorprendente para llevarse la cuarta manga y finalmente perdió el quinto y definitivo parcial.
Esta derrota frena el recorrido de Carreño en un Grand Slam que se la de especialmente bien puesto que alcanzó las semifinales en Flushing Meadows en 2017 y 2020.
Inicio prometedor
La tarde empezó de maravilla para Carreño, que consiguió un "break" en el primer turno al saque de Khachanov.
Con una dominante presentación, Carreño controló de principio a fin el set dando una gran sensación de superioridad y eficacia sobre el ruso, no ofreció dudas con su saque y le bastó con convertir la única bola de "break" que tuvo para firmar el primer set en 39 minutos.
Una de las claves del primer parcial fue que limitó muy bien sus errores no forzados, pero el panorama cambió en el segundo set.
Con más dudas, Carreño solventó una bola de "break" en contra en su primer servicio y, en general, tuvo que lidiar con un Khachanov que superó sus prestaciones.
El ruso ponía cada vez más presión sobre el saque de Carreño y, finalmente, consiguió un "break" para ponerse 4-2.
Al final, los errores en ese set (11 del español, 4 del ruso) decantaron la manga para Khachanov y el partido quedó igualado
Algo se había torcido para Carreño, habitualmente muy tranquilo sobre la pista pero que parecía particularmente incómodo y que no recordaba en nada a la gran imagen que había dado en el arranque.
Tuvo que afrontar un 0-40 en contra para empezar el set y Carreño logró salir ileso de dos bolas de "break" pero concedió la tercera.
Seguían los problemas para Carreño con dobles faltas, malas sensaciones y una frustración que continuaba creciendo.
En el desenlace de ese set, que se anotó Khachanov en poco más de media hora, el español falló un remate muy claro y renunció a competir algunos de los últimos puntos dando por perdido el set, un gesto que motivó algunos abucheos del público neoyorquino.
En realidad no se trataba de dejadez o indiferencia sino de que Carreño parecía encontrarse mal, ya que pidió la asistencia del médico en la pista tras terminar el tercer set del partido por algún tipo de indisposición o problema físico.
Daba la impresión de que estaba a punto de retirarse, pero entonces resurgió cuando nadie lo esperaba.
Parecía un jugador completamente diferente: recuperó su confianza y su juego, pasó a dominar la pista, los errores habían desaparecido por completo, rompió el saque de Khachanov y hasta se permitió lujo como una dejada preciosa para ponerse 3-5.
Carreño se había soltado del todo y se llevó el set con 16 golpes ganadores por solo 6 de su rival.
El set definitivo se jugó ya sin margen para el error y el momento clave llegó en el sexto juego.
Con 3-2 para Khachanov, Carreño falló un remate cantado para haberse puesto 40-0 y, en su lugar, el juego acabó con "break" en contra y 4-2.
El español llegó a salvar dos puntos de partido pero finalmente sucumbió ante Khachanov y dijo adiós al torneo.
