Luces del norte

Steinarsson durante el partido del pasado viernes

Steinarsson durante el partido del pasado viernes / RAFA ARJONES

Mar Galindo

Mar Galindo

Uno de los espectáculos más impresionantes de la naturaleza es el de las auroras polares. En mitad de la noche, el cielo se viste de luces verdes, violetas, azules, rosas, de líneas y espirales que bailan al son del viento solar que choca con el campo magnético de la Tierra. Puede ser unos segundos o durar toda la noche; es un fenómeno fascinante. Mágico. Nos referimos a ellas como auroras boreales, aunque en el hemisferio sur tienen sus propias auroras, claro: las auroras australes. 

Esas auroras boreales que pueden verse en Europa o América desde el otoño hasta la primavera se conocen también como «luces del norte» en inglés (Northern lights). Y cuanto más al norte nos encontremos, más posibilidades hay de que la noche nos sorprenda con sus magnéticos colores y formas. 

Uno de esos países tocados por el encanto de las auroras polares es Islandia. En mitad de la naturaleza, muy cerca del círculo polar ártico, lejos de la contaminación lumínica de las ciudades, podemos asistir a un despliegue de partículas de luz que chocan con la magnetosfera. Es curioso que la mejor época para ver las auroras coincida con la temporada de baloncesto. En Alicante no tenemos auroras polares, pero sí una rutilante luz del norte llegada desde Islandia para brillar en mitad de la calurosa noche lucentina. Aegir Steinarsson, el base de Reykjavik, deslumbró en su actuación contra Movistar Estudiantes en el Pedro Ferrándiz y se erigió en MVP de la octava jornada con sus 25 puntos, 5 rebotes y 2 asistencias para un 30 de valoración. La gesta del equipo, con una trabajadísima victoria que hizo las delicias de la afición en casa, le permite al HLA Alicante seguir amarrado a los puestos de playoff una semana más y llegar a su cita del viernes en A Coruña con la esperanza de volver a sumar triunfos. Ya saben que, cuanto más al norte, más posibilidades de ver las auroras polares, así que la visita a Galicia es otra oportunidad para Steinarsson de mostrarnos el eléctrico espectáculo que es capaz de poner en juego en la pista, de dejarnos ver cómo las enchufa de todos los colores y formas, de desplegar un campo magnético alrededor del aro contrario y de contagiar a sus compañeros con esa fuerza de la naturaleza que es el actual nueve lucentino. Los de Diego Epifanio, con el exlucentino Alejandro Galán entre sus filas, van a tener complicado frenar el derroche de rayos, energía, haces de luz y festival de electrones que el HLA Alicante prepara para asaltar el Palacio de los Deportes de Leyma Coruña. Un partido de alto voltaje en el que se espera intensa tormenta de puntos en mitad de la noche. Pero ya saben: nada como ir al norte para ver brillar a nuestras estrellas de la LEB Oro.    

Por cierto. No sé si saben que Júpiter, Saturno, Marte, Urano y Neptuno también tienen auroras, con su campo magnético y sus luces de colores. Pero en ninguno de esos planetas juega el Lucentum. 

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