Balance del año

Eliud Kipchoge, la leyenda del maratón

El ilustre atleta keniano firmó el 25 de septiembre en Berlín un nuevo récord del mundo (2.01.09), acercándose un poco más a la barrera de las dos horas que ya había superado hace tres años en una prueba no homologada en Viena

Eliud Kipchoge.

Eliud Kipchoge.

José Carlos Sorribes

El atletismo como deporte de récords se nutre de leyendas sobre fronteras a rebasar y sobre límites que se antojan imposibles. En su día, lo eran los cuatro minutos de la milla (1,609 km), los 10 segundos en 100 metros, o mucho más recientes los seis metros en pértiga para los hombres y cinco para las mujeres. Así, Roger Bannister (en 1954), Jim Hines (en 1968) , Sergey Bubka (en 1986) y Yelena Isinbayeva (en 2005) hollaron cumbres atléticas que parecían inabordables.

Hoy permanece inmaculada una barrera que no hace mucho ni se osaba mencionar: hacer 42,195 kilómetros en menos de dos horas. O sea correr cada kilómetro de un maratón en 2 minutos y 50 segundos. ¿Inhumano? No para Eliud Kipchoge (Nandi, Kenia, 5 de noviembre de 1984). Él ya lo ha hecho aunque fuera en una carrera no homologada -por las ayudas externas de un ejército de liebres y avituallamientos y al no ser abierta a otros competidores- como la que protagonizó el 12 de octubre de 2019 en el Prater, el gran parque de Viena. Cruzó la meta en 1.59.40 horas después de “haber estado en la Luna y regresar”, según declaró tras una hazaña deportiva envuelta, sin miramientos, en una gran operación de marketing.

Correr para ir a la escuela

No estuvo Kipchoge en la Luna, pero sí muy cerca, el pasado 25 de septiembre en Berlín. Esta, vez con todas las de la ley, paró el crono en 2.01.09 horas, batiendo por medio minuto su récord del mundo de maratón. Fue una nueva confirmación de que estamos ante uno de los mejores atletas de la historia. Kipchoge es una leyenda de esa prueba tan bárbara como maravillosa con la que sueñan la mayoría de aficionados al 'running'.

Como tantos otros grandes fondistas kenianos, Kipchoge hizo sus primeros ‘entrenamientos’ corriendo camino de la escuela: seis kilómetros entre ida y vuelta en su localidad de Kapsisiywa. A los 16 años se cruzó en su vida Patrick Sang, olímpico en Barcelona-92 y el entrenador que ha tutelado toda su carrera. El gran salto a la fama le llegó en la final de 5.000 metros del Mundial de París 2003 cuando batió, con 18 años, a dos mitos como el marroquí Hicham El Gerrouj y el etíope Kenenisa Bekele.

La prodigiosa carrera del atleta ha alcanzado su plenitud en los 42,195 kilómetros con 15 victorias en 17 pruebas disputadas

A partir de ahí, zancada a zancada, Kipchoge ha construido una carrera prodigiosa que ha alcanzado su plenitud sobre el asfalto. En 2013 dejó el tartán y pasó a la ruta con un primer triunfo en el maratón de Hamburgo. Ese mismo año ya fue segundo en Berlín el día que su compatriota Wilson Kipsang batió el récord mundial con 2.03.13. Kipchoge colecciona 15 victorias en las 17 maratones que ha disputado, incluidos los dos oros olímpicos en Río-2016 y Tokio-2020. 

Una fundación educativa y por el medio ambiente

Él ha sido, en consecuencia, uno de los grandes responsables del impulso que ha cogido esta prueba en la última década. Porque Kipchoge es, además de un superatleta que salta fronteras, una estrella que trasciende los récords y con una imagen que atrae patrocinios y recibe admiración unánime. Su dimensión pública también se manifiesta en la fundación que lleva su nombre y que desde 2021 focaliza su actividad en labores educativas y la protección del medio ambiente. 

En su grupo de entrenamiento de Eldoret le conocen como 'El Filósofo' por ser un buen lector de libros motivacionales y biografías, no tanto de ficción. Son frecuentes, además, sus mensajes positivos. “Lo que me gustaría sobre todo es servir de inspiración para los jóvenes”, dijo tras su última victoria en Berlín. Fue la cuarta conseguida en la meca de la distancia, escenario de los últimos ocho récords mundiales.

Con 38 años, qué duda cabe, afronta el epílogo de su carrera. Entre sus objetivos está convertirse en el primer maratoniano que gana las seis 'majors'. Tiene las de Berlín, Londres, Chicago y Tokio. Le faltan Boston y Nueva York, objetivos al parecer de 2023. ¿Y el límite de las dos horas? No debería despistarse. El pasado día 4, un compatriota suyo de 23 años llamado Kelvin Kiptum corrió en Valencia en 2.01.53. Aunque él siempre podrá decir que un día viajó a la Luna en Viena para superar esa barrera. ‘No human is limited’ (Ningún ser humano tiene límites), dice su mantra. Ha quedado claro en su caso.

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