Primera RFEF

Una avería en la caldera del Antonio Solana obliga a los futbolistas a usar agua fría

Los jugadores de Intercity y Calahorra se sometieron a una ducha helada tras el partido del domingo porque el termostato no funciona desde el jueves pasado

Imagen del encuentro de Liga entre el Intercity y el Calahorra que acabó en ducha helada en el Antonio Solana.

Imagen del encuentro de Liga entre el Intercity y el Calahorra que acabó en ducha helada en el Antonio Solana. / CFI

Pedro Rojas

Pedro Rojas

En el Intercity cruza los dedos para que el Ayuntamiento de Alicante tome cartas en el asunto y acabe con la tortura de las duchas de agua fría invernales al final de los partidos de Liga. Los jugadores del conjunto negro y los del Calahorra se vieron obligados a utilizar agua helada porque no les quedó más alternativa. La caldera que presta servicio a los vestuario de los dos equipo se estropeó y la contrata municipal de mantenimiento de la instalación no resolvió el problema antes del pitido final.

La alarma la dieron los propios futbolistas del Intercity el jueves pasado, que ya se encontraron con ese problema. Los responsables de la entidad dieron el parte de la avería a los técnicos de la concejalía de Deportes del Ayuntamiento de la capital ese mismo día, pero la premura en la notificación no valió para solventar el problema.

La normativa municipal es clara a este respecto. Ocurre lo mismo que con el césped y su conservación, es de responsabilidad exclusiva de la empresa que percibe dinero del presupuesto consistorial por prestar ese servicio. La tentación de arreglarlo por propia cuenta existe, pero acarrearía consecuencias porque, en caso de complicaciones, el seguro no cubriría el siniestro. Solo los operarios de la contrata municipal están en disposición de alterar los bienes de equipo de la Ciudad Deportiva Antonio Solana.

El mantenimiento del campo de Villafranqueza es responsabilidad exclusiva de una contrata municipal y solo ella tiene permiso para manipular los bienes de equipo estropeados

El Intercity podría haber optado, incluso, por maniobrar a espaldas el Consistorio. Arreglarlo por su cuenta y no remitirle la factura al propietario, pero se estaría incurriendo en una ilegalidad que, de ser destapada, podría significar la expulsión del club de un recinto que el Ayuntamiento le cede por buena voluntad.

El temporal no ayuda

La plantilla que entrena Gustavo Siviero, que se ha duchado con agua fría pese al bajón de las temperaturas desde el pasado jueves, se libró ayer por tener jornada de descanso. En un primer momento, el preparador argentino había programado las dos siguientes sesiones, la de mañana y la de pasado, en Santa Pola, sobre hierba natural, pero se ha optado por cancelarlo debido a la alerta por temporal y fuertes vientos que pesa sobre la provincia en estas 48 horas.

Eso condena a los jugadores del Intercity no solo a volver a ponerse debajo del chorro del agua helada, sino también a trabajar en el campo aledaño, de césped artificial, porque el principal, el natural, presenta un muy mal estado de conservación para la práctica del fútbol profesionalizado.

Ayer, martes, los técnicos de la SAD que preside Salvador Martí no tenían constancia de que la contrata encargada del mantenimiento de Villafranqueza hubiera reparado el fallo en la caldera.

Tampoco se les ha notificado que se piense subsanar en las próximas horas, así que toca esperar y cruzar los dedos para que se ataje un problema común en el fútbol modesto, pero no tanto en dependencias municipales, cuyo cuidado está garantizado porque los servicios se abonan pertinentemente, en tiempo y forma, con el erario consistorial.

La imagen que se llevaron los jugadores de Calahorra de Alicante no fue la mejor, y esa es una mala publicidad para la ciudad en general y para la cartera que dirige el edil de Ciudadanos José Luis Berenguer, en particular.