De "la noche soñada" del Taty al "pedimos disculpas" de Ancelotti

De generación en generación se irá contando en Girona aquella noche de una calurosa y, a la vez, lluviosa noche de Montilivi en que Taty Castellanos firmó el partido perfecto: seis remates, cinco a puerta y cuatro goles para tumbar al Madrid (4-2) un 25 de abril del 2023. La misma noche, con más de 13.000 almas en ese viejo estadio, asistiendo a un partido tan hermoso como inolvidable.

La noche en que Vinicius fue un excelente delantero (gol y asistencia a Lucas Vázquez) y un lamentable deportista, enredado en múltiples polémicas, sin que el árbitro fuera capaz de sacarle la segunda amarilla. “Ha sido una noche increíble, la afición nos ha llevado en volandas. No destaco a ningún jugador en concreto, aunque estén los cuatro goles del Taty. ¡Se lo merece después de apagar Twitter e Instagram! ¡Que lo vuelva a encender! Destaco la mentalidad de todos”, ha afirmado Michel.

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La calurosa y lluviosa noche en que el técnico vallecano ha encumbrado al club a las cotas más altas de Primera, dictando, además, una lección que tampoco olvidará Ancelotti, el entrenador que es campeón de Europa. Abandonaron sus jugadores avergonzados el césped, incapaces incluso de pararse a la obligada entrevista televisiva. Esquivaron las cámaras, aturdidos del meneo que le acababa de propinar el Girona.

"Es la noche soñada, nunca imaginé esto. Quería marcarle un gol al Madrid, era un sueño. ¡Y han sido cuatro!”, ha dicho un emocionado Taty Castellanos, mientras Ancelotti, con gesto serio y de enfado (“pido disculpas a los aficionados”, confesó) se presentaba ante los periodistas con pocas ganas de hablar y sin demasiados argumentos.

"Es inexplicable lo que hemos encajado", denunció el técnico italiano. "Hemos intentado remontar con individualidades y no como equipo. El equipo no ha jugado", ha añadido Ancelotti, dolido por el desorden defensivo que exhibió el Madrid en Montilivi.

"El equipo estaba nervioso desde el principio, hemos perdido el control. No estaba conectado entre ellos, eso lo hemos pagado", ha reconocido el entrenador del Madrid. "La derrota nunca es buena, si algo deja esta es el compromiso defensivo. Si no lo tenemos, hay dificultades para ganar partidos. Esta es la llave", ha indicado con indisimulado enfado.

"Con compromiso defensivo hemos hecho siete partidos y seis con portería a cero. En este cuatro goles hemos encajado", ha añadido el italiano. Cuatro le metió el Girona en apenas una hora. Y Courtois en Madrid recuperándose de una gastroenteritis, mientras Míchel, el técnico del Girona, se entregaba en elogios hacia Arnau, un chico de 20 años, que tenía el desafío de frenar a Vinicius.

"Arnau es el jugador más inteligente que tengo. Ha aguantado el partido con una tarjeta amarilla" (la vio en el minuto 43, poco antes del descanso) "ante uno de los mejores regateadores del mundo. Tiene 20 años y sabe lo que debe hacer en cualquier momento", ha recordado el entrenador del Girona.