Desde la Gran Manzana

Rafa Monclova y la última cruzada

Rafa Monclova

Rafa Monclova / Rafa Arjones

Mar Galindo

Mar Galindo

Hay una reliquia, un tesoro, que los hombres llevan siglos buscando. Desde los tiempos del mítico rey Arturo, caballeros medievales, templarios y cruzados han luchado por encontrar aquella copa sagrada, el cáliz que José de Arimatea dispuso para la última cena de Cristo y que luego custodió junto con su cuerpo. Es sin duda uno de los grandes secretos de la historia, siempre rodeado de magia, misterio y misticismo, pues ese santo grial esconde, según algunas leyendas, el mayor de los premios al que alguien puede aspirar: la vida eterna.

Sin esa aura esotérica pero con la misma intensidad que el arqueólogo más famoso del cine, Rafa Monclova se encuentra inmerso en una de las misiones más complicadas de su carrera deportiva como entrenador. Ocho equipos luchan por el santo grial de la LEB Oro, el gran triunfo que da el ascenso a los cielos del baloncesto español, la venerada ACB. El primer encuentro, en el templo maldito de Zunder Palencia, no ha salido como esperábamos. La derrota sin paliativos, que ni siquiera la ausencia de Matulionis justifica, obliga al HLA Alicante a ganar sí o sí este domingo en el segundo partido del playoff. Es la única opción de llegar con vida al Pedro Ferrándiz la semana próxima y estirar al máximo las posibilidades de alcanzar la final four. 

Esta cruzada lucentina, tan peligrosa como las aventuras de Indiana Jones, tiene un enorme trabajo detrás. Es para todos visible el desempeño de los jugadores, sus aciertos y sus errores sobre la pista, los días buenos en que todo entra y los malos en que te pasa por encima un vendaval como el conjunto de Pedro Rivero. Pero no habríamos podido llegar hasta aquí sin el incansable esfuerzo de todo el cuerpo técnico alicantino; desde la labor de Sofía Aracil, la delegada que día a día planifica y resuelve los problemas que surgen, hasta las incontables horas que Fabio Tarruella invierte en la preparación física de los expedicionarios lucentinos, y cuya puesta a punto es crucial para el éxito en la cancha. Poder disputar este «play-off» es también mérito de Alberto Leal, el fisioterapeuta del HLA Alicante, que se está empleando a fondo para que los nuestros lleguen en las mejores condiciones posibles al exigente final de temporada (esperemos que no tenga más trabajo del necesario para recuperar a Gatell en la batalla de este domingo). Si hay algo que hemos aprendido de las películas de Indiana Jones, es que la dimensión técnica y táctica del plan ha de cuidarse en extremo. Para ello, Rafa Monclova cuenta con la entrega y dedicación de Raúl Lozano y Alberto Carrillo, sus fieles aliados en la travesía de la LEB Oro, que no se rinden ante las dificultades y buscan siempre descifrar los jeroglíficos que permiten neutralizar al rival, desactivar la estrategia del antagonista, dar con la receta del éxito en el planteamiento deportivo de cada partido. Rafa Monclova no está solo ante el peligro en esta gran oportunidad de arañar un triunfo en Palencia para regresar heroicamente a casa con la serie igualada. Cuerpo técnico y plantilla trabajan como un gran engranaje para dar lo mejor de sí mismos en esta última cruzada palentina por el santo grial de la ACB. Preparen el sombrero y el látigo. Fortuna y gloria nos aguardan.