NBA

Los Heat machacan a los Celtics y jugarán las Finales de la NBA

Miami gana 103-84 y se lleva el séptimo partido en el pabellón de Boston, que no superó que Tatum jugara mermado tras doblarse el tobillo

Bam Adebayo machaca el aro de Boston durante el séptimo partido de la serie Celtics-Heat.

Bam Adebayo machaca el aro de Boston durante el séptimo partido de la serie Celtics-Heat. / EFE

Redacción

Miami asaltó el TD Garden y derrotó 103-84 a los Boston Celtics, haciendo buena la estadística histórica que afirma que ningún equipo ha conseguido remontar un 3-0 en 'play-offs' y cerrando la eliminatoria de las Finales del Este por 4-3 en el séptimo y definitivo partido. Pasan a las Finales de la NBA, donde Denver les espera con muchos más días de descanso y la pareja Jokic-Murray afilando los cuchillos. Derrick White, con 18 puntos, fue el sostén de un equipo huérfano de Tatum, que se lesionó en prácticamente la primera jugada del encuentro y que aún así se las apañó para acabar con 14 tantos y 11 rebotes. Sin embargo, los 'Orgullosos verdes' pagaron muy caro el horrendo partido de Jaylen Brown que, aunque fue el máximo anotador del equipo con 19 puntos, tuvo un horroroso 8 de 23 en tiros, incluyendo 1 de 9 desde la línea de tres, y que terminó de adornar unas estadísticas terribles con 8 pérdidas. Además, nadie en Boston parecía capaz de meterla desde más allá del arco: los Celtics terminaron con un catastrófico 9 de 42 en triples (21,4%).

En el otro lado, unos Miami Heat que no pagaron el precio del terrible golpe mental que supuso la canasta ganadora sobre la bocina de Derrick White en el sexto encuentro. Guiados por un estratosférico Caleb Martin, que firmó 26 puntos y 10 rebotes con un magnífico 11 de 16 en tiros, los de Florida cogieron rápidamente ventajas cercanas a los diez puntos y ya no las soltaron. Jimmy Butler también se redimió de sus malos últimos partidos y acabó con 28 puntos, 7 rebotes, 6 asistencias y 3 robos.

Corría el primer minuto del partido y el marcador todavía era 0-0. Jayson Tatum saltó para tirar a canasta y, al caer, desequilibrado tras un contacto con Gabe Vincent, se dobló el tobillo. Siguió jugando, pero los gestos de dolor eran evidentes, y se podía ver que estaba claramente mermado. Ese fue el primer indicio de que a Boston le esperaba una noche complicada.

La segunda pista llegó en forma de un terrible desacierto exterior. Los Celtics necesitaron trece intentos para que su primer triple subiera al marcador. Demasiada ventaja para unos Heat que, de la mano de un Caleb Martin absolutamente desencadenado, se marcharon con ventaja desde el principio. El primer cuarto terminó 22-15 para los visitantes.

Aunque Boston intentaba tirar de defensa para ir reduciendo la diferencia, Miami estaba mucho más cómodo de lo que se le vio en el quinto y en el sexto partidos. No permitieron que los Celtics se engancharan definitivamente y mantuvieron las ventajas en márgenes manejables. Tanto fue así que se llevaron el segundo cuarto 30-26 para irse al descanso once arriba (52-41).

El tercer periodo pareció el del despertar de Boston. Empujado por un TD Garden enchufadísimo, y ayudado por las escasas prestaciones en ataque de Bam Adebayo, que terminó con apenas 12 puntos (aunque complementados con 10 rebotes y 7 asistencias), el equipo de Massachussets se vino arriba de la mano de White y llegó a estar a cinco de distancia antes de que Miami se rehiciera. Caleb Martin decidió que ya había habido suficiente emoción, enchufó un par de triples y una canasta sobre la bocina a la media vuelta y los Heat controlaron los daños hasta perder el cuarto únicamente por uno, 24-25 (76-66).

Hasta ahí llegó el empuje de los Celtics, que echaron demasiado de menos que alguien arrimara el hombro ante el esfuerzo de Derrick White. Con Tatum cojeando (a pesar de lo cual jugó 41 minutos) y Brown haciendo un partido horroroso, la aportación de Smart (9 puntos), Horford (8 tantos y 8 rebotes) y Robert Williams (8 puntos y 6 rebotes) se antojaba insuficiente para llevarse la victoria. Miami olió la sangre y se lanzó al cuello. Triple tras triple para acabar con un magnífico 14 de 28 en el lanzamiento exterior, los Heat se pusieron en un abrir y cerrar de ojos 17 arriba y ahí se acabó el partido. Boston tiró la toalla y los últimos seis minutos fueron un trámite en el que Miami, a pesar de que ya tenía la cabeza en el primer partido de las Finales en Denver, llegó a estar 23 puntos arriba.

Tras sonar la bocina final, los Heat celebraron el pase tras el traumático séptimo partido perdido contra Boston en Miami en las Finales del Este del año pasado. Jimmy Butler fue nombrado MVP de la eliminatoria y ahora Miami, que ya tenía comprados los billetes de avión para viajar esta misma noche hasta Colorado, se enfrentará a unos Nuggets muy descansados en la serie definitiva que arranca la madrugada del jueves al viernes.