Primera RFEF

Vicente Parras siempre encuentra el modo

El técnico del Alcoyano completa su cuarta temporada cumpliendo el objetivo de uno de los clubes más modestos de los que aspiran a volver al fútbol profesional

Vicente Parras celebra una victoria en El Collao en la presente temporada.

Vicente Parras celebra una victoria en El Collao en la presente temporada. / Juani Ruz

Pedro Rojas

Pedro Rojas

«Nos sentimos reconocidos por lo que hemos logrado, aunque es cierto que Alcoy (y el Alcoyano) es una plaza difícil que no se conforma con poco, que siempre quiere más y a veces genera cierta frustración». Lo dijo Vicente Parras justo después de cerrar otro curso exitoso, el cuarto seguido en uno de los equipos más modestos de cuantos aspiran a ingresar en el fútbol profesional.

El suyo es un caso inusual, casi irrepetible. Su forma de entender e interpretar el oficio de entrenador le convierten en un pilar básico en cualquier planificación deportiva seria, solvente. Hace eso tan difícil de hacer que es extraer el máximo que tienen los jugadores. Los hace mejores, los revaloriza cuando le escuchan y le creen. 

El preparador ilicitano, en la frontera de los 50, ha adquirido un poso de solidez táctica muy apreciable, casi indispensable cuando lo que no sobran son los recursos, dentro y fuera del césped. Su optimización de los vestuarios, incluso en situaciones límite, extradeportivas, le hacen portador de un crédito bien merecido como armador y formador de plantillas.

Lo consiguió con el Ontinyent antes de firmar por el Alcoyano y lo ha vuelto a repetir. Con el conjunto valenciano, caminó hacia el «play-off» de ascenso hasta que las deudas de la entidad, inasumibles, obligaron a parar en seco. Aquella experiencia terrible de varios meses sin cobrar le sirvieron para entender que en el fútbol de esparto lo único que siempre te salva son las ganas de ganar.

Tiene contrato en vigor y, de momento, no se plantea cambiar de aires siempre que se respeten una condiciones mínimas de trabajo y ambición

Tenaz, insistente, justo casi siempre, se ha granjeado el respeto de los hombres a su cargo y de sus superiores, algo muy similar a lo que se experimenta en el Atlético de Madrid con Diego Pablo Simeone. Siempre hay quien opina que sus equipos pueden jugar mejor, ser más libres sobre la hierba, más lúcidos, más vistosos, incluso más atrevidos, pero nadie cuestiona, en cambio, que pueda sacarle más a lo que tiene viviendo ambas entidades en realidades (y galaxias) diferentes.

El Alcoyano enlazará en septiembre su tercera aventura en Primera RFEF, ese lugar al que le está costando llegar al Hércules. De momento, y a pesar de que el padecimiento se incrementa en cada nuevo ejercicio porque las posibilidades de desarrollo financiero del Alcoyano son muy limitadas, Vicente Parras no se plantea cambiar de aires. Tiene contrato en vigor y no es persona de romper su palabra si se respetan una mínimas condiciones de trabajo y de ambición.

El junio pasado lo transitó con la intranquilidad de quien se siente responsable de lo que prometió el a los jugadores, que requirió de la ayuda de la Federación Española para cubrir el presupuesto y ponerse al día con los atrasos y los problemas de tesorería que provocaron los impagos. No renovó hasta que todos sus futbolistas fueron debidamente retribuidos.

Vicente Parras, alicantino por un giro de guion, ilicitano convencido y orgulloso, ha vuelto a cruzar la línea de meta y aún le ha sobrado tiempo para que, los que todavía no lo saben, comprendan que él siempre encuentra el modo.

CINCO BAJAS

► Liberto, Soler, Stopajnik, Lillo y Rubén Rubio no siguen

El Alcoyano da pasos en su planificación de la próxima temporada y, tras anunciar por la mañana las salidas de José A. Soler y de Liberto Beltrán, la «operación salida» se completó por la tarde con la marcha de otros tres compañeros más. No seguirán la próxima temporada en el equipo ni el portero eslovaco Tomaz Stopajnik, ni el defensa Lillo Castellano ni tampoco el delantero Rubén Rubio.

Alguna baja podía ser previsible a juzgar por su escaso protagonismo, pero la no continuidad de Soler y, especialmente, de Lillo Castellano, un fijo de Vicente Parras, y también de Liberto Beltrán, por el que el Alcoyano pagó traspaso al Ceuta en el último mercado invernal, sí ha generado sorpresa.

No serán los únicos, más futbolistas abandonarán el Deportivo, incluido alguno con contrato en vigor, con el que se quiere llegar a un acuerdo al tratarse de jugadores sin peso en el tramo decisivo del curso.

Son un total de diez jugadores los que tienen ficha para el tercer año del club en Primera RFEF. Se trata del capitán y defensa, Raúl González, los centrocampistas Adrián Armental, Fran Miranda, Juanan Casanova, Pierre Akono, Imanol García, Rubén Lobato y Koke Sáiz; y los delanteros Cristian Agüero y Raúl Alcaina, máximo goleador del Alcoyano esta temporada.