El Real Madrid sufre hasta el último minuto para eliminar al UCAM Murcia

No pudieron tener ni el Martín Carpena ni la Copa del Rey un mejor estreno sobre la pista. Baloncesto de primera calidad, nervios y tensión hasta el último minuto. Eso fue lo que tuvo que sufrir el Real Madrid para superar a un UCAM Murcia (84-79) que nunca le perdió la cara al partido, pero que sufrió cuando pudo dar el paso clave para soñar con ser semifinalista en la Copa de Málaga.

Le costó a los de Sito Alonso un par de minutos conectar con el ritmo del partido. Un 6-0 inicial, liderado por Yabusele, pintó de blanco los primeros compases. Sin embargo, un Todorovic capaz de superar a Tavares en todos sus duelos equilibró de nuevo la balanza. A partir de ahí, apretaron los universitarios desde atrás obligando al Madrid a una versión mayúscula (17-13). Sin embargo, sin el pívot montenegrino, al Murcia le empezaron a faltar ideas (25-17).

Con las pulsaciones controladas, perdió dinamismo el partido y, sobre todo, el UCAM. Ninguno de sus suplentes consiguió mantener el nivel ofrecido, mientras que en el Madrid sí ocurrió con Hezonja. El croata volvió a agitar el partido ante un rival que no encontró fundamentos para frenarlo. Lo intentó frenar Sito Alonso con un tiempo muerto (39-25). Aparecieron Todorovic y Ennis para maquillar el resultado (44-34), pero era clave la salida tras el descanso para reaparecer en escena. 

Oportunidad desperdiciada

Y ahí el UCAM sacó garra e hizo suyo el Martín Carpena. Todo lo que tenía que hacer lo hizo. Defendió, corrió y anotó. Lo paró Chus Mateo (53-44), pero es que el vendaval murciano había llegado para quedarse (56-53). El entrenador blanco lo intentó frenar una segunda vez porque no había forma de tapar a Ennis y a Coupain. Sin embargo, la vieja guardia blanca volvió a poner tierra de por medio (63-56).

Ya no era el mismo partido que antes, empezaba un esprint de 10 minutos. El Murcia ya estaba ahí. Jugó con la desventaja durante los primeros instantes, pero el partido llegó a los últimos cuatro minutos con 71-70. La fiabilidad en la toma de decisiones ya no fue la misma. Cada vez que los universitarios pudieron dar el golpe fallaron y ahí, ante un Campazzo en versión celestial -5 puntos y 1 tapón clave a Ennis en los últimos minutos-, les fue imposible dar con el paso definitivo de cara a estar de nuevo el sábado.