Antes de analizar con detalle las características a tener en cuenta para adquirir un buen par de raquetas de nieve, convendría hablar de las ventajas y desventajas.

Por un lado, las raquetas permiten caminar o correr por la nieve en polvo sin cansarse, son fáciles de colocar y son una buena alternativa a los esquís de fondo.

Por el contrario, resultan algo pesadas (entre uno y dos kilos) y, si se van a utilizar para ascender o descender pendientes considerables será necesario adquirir unas raquetas de gama alta con puntas de acero para que se agarren en la nieve dura y eviten el peligro de resbalar.

A la hora de comprar unas, tenga en cuenta para qué tipo de actividad van a estar destinadas (paseo, running o senderismo alpino) y la asiduidad. Este será un factor determinante a la hora de elegir un modelo.

Las de paseo son las que menos agarre tienen, pero más flotabilidad. Son adecuadas para realizar caminatas en zonas con poco desnivel.

Las de running deben ser ligerísimas, flexibles y alargadas para no tropezarse.

Y las de senderismo alpino o más técnico tienen menor flotación, pero mayor agarre. Habitualmente tienen forma de avispa -estrecha en el centro para no enganchar una raqueta con la otra-, incorporan crampones de acero en los laterales, así como en la punta.

Las mejores raquetas para la nieve

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