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Retratos urbanos

La centinela de nuestro legado

Tiene la custodia de la historia pasada y reciente de Alicante. Responsable. Gentil. Experta. El Archivo Municipal está bien atendido, tanto las entrañas del Palacio Maisonnave como en su puesta en escena a través de internet.

La centinela de nuestro legado

Susana Llorens Ortuño trabaja en lo que siempre soñó: en un archivo. Es la quinta de seis hermanos de una familia de clase media. El padre, Pedro Llorens Amores, fue un prestigioso pediatra, cirujano y médico militar; su madre, Pepita Ortuño Ivorra, una vez sacó adelante a cuatro chicas y dos chicos se hizo emprendedora y abrió dos lavanderías automáticas en el centro de Alicante, a inicios de la década de los ochenta del pasado siglo. Los padres se conocieron unas vacaciones en La Nucía. Él era estudiante de Medicina en Madrid, procedente del pueblo toledano de Santa Cruz de la Zarza. Al altar. El primer destino del galeno fue un destacamento en Marruecos. Ahí estuvieron tres años los recién casados. Pasaron por Segovia y se establecieron en Alicante.

Susana estudió Bachillerato en Jesús María y acabó COU en Jesuitas. Buena estudiante. Perdió un curso por dos malditas hepatitis que la tuvieron de reposo en cama largos meses.

Empezó la carrera de Geografía e Historia en el viejo CEU, un año antes del nacimiento de la Universidad de Alicante, en 1979. En sus aulas creció con profesores como Enrique Giménez, Armando Alberola o María Luisa Cabanes.

1985. Susana es licenciada. Ya se mete en el tinglado: realiza un máster de archivística y documentación. Obtuvo una beca en la biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras. Opositó sin éxito a plazas de ayudante y auxiliar en los almacenes de la memoria de las universidades de Salamanca y Alicante. En 1988 supera las pruebas y obtiene una plaza de técnico en el Archivo Municipal de Alicante, entonces dirigido por María Jesús Paternina. Lleva tres décadas custodiando el legado de la ciudad y las huellas de sus moradores: códices, pergaminos, actos notariales, mapas, carteles, bocetos, fotografías, revistas y una excelente hemeroteca. Cada año pasan por el Palacio Maisonnave más de 20.000 personas que reciben unos 50.000 préstamos. Susana dirige desde 2006 un archivo que guarda el códice del siglo XIII de Alfonso X «El Sabio» que otorgaba concesiones a las villas de Alicante y Orihuela. Susana destaca como el documento más importante el privilegio de Fernando «El Católico», datado el 26 de julio de 1490 en Córdoba, otorgando el titulo de ciudad a la villa de Alicante.

Muros de sillería para un edificio silencioso que guarda nuestro pasado. Asiduamente acuden a la sala de lectura y consultas investigadores y curiosos, como José Peinado, José Moratinos, Gerardo Muñoz, Francisco Moreno Sáez o Vicente Seguí, entre otros.

Su labor tiene dos objetivos: la difusión de la historia local a través de la consulta de sus fondos por investigadores y la garantía de la gestión municipal al conservar sus expedientes. Es la casa de la memoria de la ciudad. Punto de encuentro con la historia, entre papeles, exposiciones y con las nuevas tecnologías listas para reproducir y salvaguardar escritos, actas y cartografías.

Sabe que la gestión documental exige la colaboración de otros profesionales para facilitar a los usuarios más cercanía y mejor comunicación: juristas, gestores, informáticos, etcétera.

Además, Susana colabora como docente en la Universidad de Alicante y ha publicado más de una decena de libros de su especialidad. Sabe que custodia con sabiduría un acervo documental de importancia para la historia.

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