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Hola, soy Dios

Suicidios

-¿Qué es esa fila frente a la nube de entrada, JC? -Bueno? -¿Por qué llevan esa cara tan mala esa gente?

-Esto?

-¿Y esas túnicas grises? tan horribles?

-Verás?

-¿Y el pelo rapado en forma de cresta?

-Es que Santa Brunilda se ha empeñado?

-¿Santa Brunilda del precipicio, virgen y mártir? ¿La que pintaba una cruz en los niños que subían sin bautizar?

-¡La misma!

-¿Y qué delito han cometido estas santas almas que merecen un rapado de pelo que no se lo deseo ni al mismísimo Lucifer?

-Son españoles.

-Algo más habrán hecho? digo yo?

-Se han suicidado, Pa.

-Glub? ¿Y son muchos?

-Pues verás: 3.600 personas se suicidan cada año en España: esto supone 10 muertes al día.

-¡Son muchos!

-Pues muchos más lo intentan: los expertos hablan del doble de los que lo consiguen.

-Es un problema real?

-Para que te hagas una idea, las muertes por suicidio duplican a los accidentes de tráfico y son 80 veces superiores a las que causa la violencia machista.

-Jope.

-Pero lo peor es la población joven. Entre los 15 y los 30 años es la segunda causa de muerte, solo por detrás de los tumores.

-Eso me preocupa muchísimo. Nuestros jóvenes? Que no quieran seguir viviendo?

-Eso es lo que más duele, Pa, los muchachos que acortan su vida. Porque además hay un mito sobre los intentos de suicidio de los adolescentes, que dice que son solo una llamada de atención.

-Es verdad. Algunos son dramáticos, pero desde luego, son una llamada de atención que no se puede dejar pasar.

-Así es Pa. Porque además hay una serie de «factores de riesgo» sobre el suicidio de jóvenes.

-¿Factores de riesgo?

-Sí. Son situaciones que les predisponen, de una u otra manera, al suicidio: si un chico ha sufrido una pérdida reciente, como la muerte de un familiar, un amigo y hasta su perrito; si ha padecido la separación de sus padres, o ha perdido un trabajo o la casa. Un trastorno psiquiátrico, como la depresión o relacionado con un trauma. El abuso del alcohol u otras sustancias, tener un comportamiento de riesgo o problemas de disciplina; luchar con la orientación sexual cuando esta no se acepta.

-Ufff?

-Pues hay más, Pa. El antecedente de algún suicidio en la familia y la historia de violencia doméstica, abuso o abandono. La falta de apoyo por los adultos o por sus amigos. El acoso. El acceso a medios letales, como armas o pastillas. Los chicos que sienten culpa o vergüenza, o que se sienten inútiles. Incluso aquellas creencias culturales y religiosas que ven el suicidio como una forma noble de resolver un dilema personal.

-Son muchas situaciones peligrosas, JC.

-Así es, Pa. Pero también hay algunos factores protectores.

-¡Menos mal!

-Tener habilidad para resolver problemas. O conexiones fuertes, con amigos y familia, sentirse queridos. Tener creencias religiosas y culturales que desaconsejan el suicidio y apoyan la supervivencia personal.

-¡Punto para nosotros!

-Así es. Tener acceso fácil a una intervención clínica, ya sea psicoterapia individual, en grupo, terapia familiar o medicación si lo necesitara. Y un cuidado efectivo de los trastornos mentales, físicos y de abuso de sustancias.

Si un adolescente tiene más factores de riesgo que factores protectores, se debería estar alerta. Si tiene más factores protectores que factores de riesgo, tiene menos peligro de suicidio, pero si habla de él, se enciende la luz amarilla, de todas formas.

-Pero? ¿cuál es problema, JC, de que los jóvenes hayan llegado a esta situación?

-Pues? te diría que las redes sociales no han ayudado, precisamente. La queja generalizada de los padres de los adolescentes afectados es que las redes sociales les han empujado. Unos padres encontraron en la cuenta de su hija instrucciones sobre cómo cometer un suicidio, que siguió recibiendo incluso después de su muerte.

-¡Qué horror!

-Así es. Los suicidios de adolescentes han pasado de tres a más de cinco por cada 100.000 en ocho años. El 18% de adolescentes y jóvenes admite que «no merece la pena vivir» y el 27% siente que su vida «no tiene propósito». El 48% admite su «ansiedad ante el futuro» en comparación con la vidas de sus amigos online y el 57% reconoce que las redes sociales ejercen una presión abrumadora para tener éxito.

-O sea, que lo que reina entre los jóvenes es la infelicidad.

-Así es, Pa. Y casi todos los expertos están de acuerdo: la culpa es de las redes sociales

-Pues algo habrá que hacer.

-¿No te parece suficiente cortarles el pelo en forma de cresta, como hace Santa Brunilda del precipicio, virgen y mártir?

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