El secretario general de la OMT, Francesco Frangialli, advirtió hoy que el mercado penalizará los destinos turísticos que no hagan desarrollo sostenible, tras reconocer que ese sector contribuye también a las emisiones de gases invernadero (GEI);, que repercuten en el cambio climático.

En declaraciones a la prensa en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias (norte);, donde se realiza la asamblea, se refirió también a la necesidad de que todos los actores turísticos ayuden a la reducción de la pobreza, la prevención de riesgos del sector y la gestión en momentos de crisis.

Un informe presentado en la Asamblea General de la OIT, que se celebra hasta el 29 de noviembre, indicó que las playas han sufrido la erosión de tormentas intensas, así como la proliferación de algas y la infestación de medusas por la subida de la temperatura del mar.

Asimismo, las estaciones de esquí han tenido que hacer frente a la falta de nieve y a una temporada más corta.

El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, en su discurso de apertura de la asamblea habló de otra preocupación del sector, el terrorismo, y señaló que le "parece mejor estimular el turismo y no estimular el terrorismo; eso es fundamental", indicó.

Durante muchos años, el turismo ha desaparecido de las actividades industriales de Colombia y ha generado una diáspora de millones de colombianos hacia el exterior y dentro del propio país, incrementando la pobreza.

Por su parte, el ministro de Industria, Comercio y Turismo de Colombia, Luis Guillermo Plata, se refirió al proceso que ha seguido su país para recuperar el sector turístico y la confianza entre los extranjeros, para que Colombia vuelva al mapa de destinos turísticos del mundo.

Plata aseguró que las autoridades apuestan por un turismo sostenible no sólo desde el punto de vista ambiental, sino también económico y social.

Frangialli recordó que el turismo es una de las mayores víctimas del cambio climático, pero también es una de los causantes.

Un informe de la OMT indica que las emisiones procedentes del turismo internacional llegan a un 5% del total mundial, cifra que se sitúa por detrás de la agricultura, con un 15%, y en el mismo nivel que la industria química.

El grueso de las emisiones del turismo, un 75% del total, corresponde al transporte, ya que el aéreo representa cerca del 40% del gas carbónico emitido por el sector, mientras que el transporte por carretera contribuye en un 32%.

Aunque el transporte aéreo es responsable de entre un 2% y un 3% de las emisiones mundiales, el transporte en su conjunto produce hasta un 14% del total, cifra que incluye muchos viajes sin relación con el turismo.

El alojamiento es responsable de un 21% del total de las emisiones del sector turístico, mientras las actividades turísticas tienen una contribución que representa apenas un 4% del total del sector y sus emisiones están directamente relacionadas con la cantidad de energía de combustibles fósiles que consumen.

A pesar de ser una actividad relativamente limpia, sin chimeneas como lo recordó el presidente colombiano, los desplazamientos turísticos internacionales se duplicarán en los próximos quince años, hasta 1.600 millones de viajeros en 2020, lo que provocará un crecimiento de las emisiones del sector estimado en un 152% hasta 2035, si no se toman medidas para reducirlas.

Los efectos del cambio climático son muy negativos al turismo, aunque pueden tener irónicamente algunos efectos beneficiosos, al ampliar la temporada de verano en países septentrionales como Reino Unido, Canadá o Rusia, e incluso abrir nuevos destinos turísticos en regiones polares, inaccesibles hasta ahora.

Entre las repercusiones inmediatas del calentamiento global figura la subida de las temperaturas máximas y el aumento de los días de calor en todo el mundo, fenómeno por el que se ven afectados ya los dos tipos de vacaciones más populares: el turismo de playa y el de deportes de invierno.