Los responsables de los consejos reguladores de las denominaciones de origen españolas, italianas y productores de Francia han afirmado, en rueda de prensa, que permitir esta mezcla supone un "engaño para el consumidor" y pone en peligro la producción tradicional de rosado europeo.

La UE está tramitando una normativa, que podría ser aprobada definitivamente el 19 de julio y autoriza la mezcla de tintos y blancos para elaborar cualquier tipo de vinos.

En la actualidad ese método está prohibido para los vinos de mesa, pero sí se permite para los que tienen denominación.

Las denominaciones de origen de vinos sostienen que no es igual el rosado tradicional que surge de la maceración y de una técnica compleja, que el que resulta de la mezcla, al que consideran un vino "blanco que se mancha", solamente parecido al rosado en el color.

El rosado supone actualmente el 8 por ciento de la producción de vino en el mundo, del cual el 75% se obtiene en Europa.

Francia es el primer productor mundial de vinos rosados, con 5,9 millones de hectolitros (según datos de 2006), seguido por Italia, con 4,5 millones; España, con 3,8 millones, cantidad similar a la de EEUU. En España, el rosado es típico de zonas como Navarra, Murcia o la Comunidad Valenciana.

Los países de la UE votarán la normativa que autoriza la mezcla para todos los vinos el próximo 19 de junio, una vez que la Organización Mundial del Comercio (OMC) dé su opinión.