Silvia y José Juan Castelló llevan la hostelería en la sangre. Hijos de Vicente Castelló, reconocido restaurador y fundador de los restaurantes Nou Manolín y Piripi de Alicante, la tradición familiar en el negocio hostelero la iniciaron sus abuelos. Una tradición que Silvia y José Juan abanderan hoy en día, como gerentes del Nou Manolín y Piripi respectivamente. "Mis abuelos paternos tenían un bar, Manolín, en la plaza de España, y mis otros abuelos regentaban el Ponoch, muy cerquita, así que tanto mi padre como mi madre vivieron desde muy pequeños el ambiente de la hostelería. Y unos años después de casarse decidieron abrir un negocio propio", recuerda Silvia Castelló. Corría el año 1972 y aquellos fueron los inicios del Nou Manolín, ya en la calle Villegas de Alicante, donde permanece en la actualidad, habiéndose convertido con los años en un referente en la restauración alicantina. "Mi padre empezó en la barra, mi madre en la cocina, y mi hermano y yo solíamos pasar mucho tiempo en el restaurante, desde pequeños ya nos gustaba todo aquello", afirma Silvia Castelló.

Con los años, poco a poco, se fueron realizando ampliaciones en el restaurante, bajo una filosofía de negocio basada en la "inversión constante". Se creó la bodega, se amplió el comedor, se habilitaron reservados... "Mi padre siempre decía que había que ir invirtiendo constantemente en el negocio y nosotros, mi hermano y yo, hemos continuado con esa filosofía, tanto en lo que puede apreciar el cliente a simple vista, como las distintas reformas y ampliaciones que se han ido haciendo, como a nivel interno, con maquinaria nueva, sistemas informáticos, etc.", destaca Silvia.

En 1994 abrió sus puertas el restaurante Piripi, en la avenida Óscar Esplá de Alicante, ya bajo la dirección de José Juan, el hijo mayor de Vicente Castelló que, unos años antes y tras terminar sus estudios de Hostelería, ya había empezado a implicarse en todas las facetas del negocio en el Nou Manolín. También Silvia, cuatro años menor. Ambos hermanos ya tenían muy claro que continuarían con el negocio familiar. "De hecho, mi padre siempre comenta que si no hubiera tenido dos hijos, tampoco hubiera tenido dos restaurantes", recuerda Silvia con una sonrisa.

Aunque a priori por caminos distintos, ambos hermanos enfocaron su formación al negocio de la restauración. José Juan estudió Hostelería en París y realizó cursos de Enología y Cocina, Silvia estudió Económicas en la Universidad Alicante. Y mientras José Juan asumió la dirección del Piripi desde su puesta en marcha, en 1994, Silvia tomó el testigo de su padre al frente del Nou Manolín en el año 1999. "Aunque cada uno es responsable directo de un restaurante, tenemos una comunicación constante y nos consultamos todas las decisiones. Mi hermano se encarga directamente de las compras, yo más de los temas administrativos y de oficina, pero también estamos presentes en todo momento en los restaurantes, en la barra, en el comedor..., para poder estar pendientes de todo. Una vez a la semana incluso nos intercambiamos para que yo pueda estar en el Piripi y mi hermano en el Nou Manolín", explica la hija de Vicente Castelló.

El cambio generacional en el negocio se nota en "las pequeñas cosas", considera Silvia. "La cocina y la restauración no son las mismas que hace cuarenta años, pero lo más importante para nosotros, como ya lo era para mis padres, sigue siendo el producto, a través de un gran respeto por la materia prima, y la satisfacción del cliente. Más que una estrategia de negocio, es una forma de ser que hemos mamado y que nos sale sola", afirma. "Y nunca te puedes confiar, porque si te paras pierdes. La inversión debe ser constante, con crisis o sin ella. Como siempre dice mi padre, cuesta más mantenerse que llegar y en nuestro caso el listón lo teníamos muy alto", añade la gerente del Nou Manolín.

Bajo esta filosofía, José Juan y Silvia están inmersos en el desarrollo de nuevos proyectos. Próximamente, acometerán la ampliación del Piripi, para lo que han adquirido el local contiguo, con el planteamiento de duplicar el comedor y habilitar reservados. Asimismo, a principios de año introducirán la venta online en las dos tiendas de vinos y selección de ibéricos que, además de los dos restaurantes y la discoteca "Cool 37" (C/Castaños), forman parte del negocio familiar de los Castelló en la ciudad de Alicante. La discoteca, concebida en un principio como un negocio complementario, tiene previsto ampliar su horario por la tarde, para captar nueva clientela, especialmente durante los horarios de los partidos de fútbol.

Los hermanos Castelló están estudiando, por otro lado, la posibilidad de diversificar el negocio con servicio de "catering" y organización de eventos. Con esta visión, Silvia está realizando un master en Protocolo y Creación de Eventos, a través de la Universidad Camilo José Cela de Madrid. "Es un tema que nos gusta mucho y los propios clientes nos lo van pidiendo. La idea es comprar una finca para la celebración de bodas y eventos más grandes, complementando la oferta de los restaurantes", explica Silvia Castelló.