l grupo inmobiliario murciano Polaris World ha solicitado al juzgado un plazo de tres meses para seguir negociando su deuda y evitar así la declaración del concurso de acreedores -antigua suspensión de pagos-. En caso de que el juzgado acepte la petición de la sociedad -recogida en el artículo 5.3 de la Ley Concursal- ninguno de los acreedores podrá solicitar la intervención judicial durante ese periodo de tres meses.

Pasado ese tiempo, sin embargo, la empresa tendría la obligación de declararse en suspensión de pagos en caso de no haber logrado una resolución amistosa de su situación de endeudamiento. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Murcia informaron ayer de que Polaris presentó la solicitud el lunes 22 de diciembre en el Decanato de los juzgados. Ayer, tras el correspondiente proceso de reparto, la decisión recayó sobre el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Murcia.

El artículo 5.3 -que fue reformado el pasado 22 de marzo y al que ya se han acogido otras constructoras, como Nozar y Proinsa- establece que la declaración del concurso de acreedores "no será exigible al deudor que, en estado de insolvencia actual, haya iniciado negociaciones para obtener adhesiones a una propuesta anticipada de convenio y, dentro del plazo establecido en el apartado 1 de este artículo, lo ponga en conocimiento del juzgado competente para su declaración de concurso". Este nuevo procedimiento que permite la ley supone "un paragüas" con el que evitar que los acreedores soliciten la intervención judicial de una empresa, según el explicó ayer el abogado murciano Pedro Luis Sáez.

El pasado mes de junio, la empresa presidida por José Luis Hernández ya comunicó que estaba negociando con sus acreedores -entre otros, Bancaja, Caja Mediterráneo, Banco Popular, Banco de Valencia y un consorcio formado por Caja Madrid, Cajamurcia y el Banco Pastor- una forma de cancelar su deuda. En concreto, según informó entonces la compañía, Polaris trataba de reducir su deuda a cambio de ceder parte de sus activos a las entidades acreedoras. En la práctica, esto significaría que la banca pasaría a ser propietaria de un porcentaje de los seis complejos residenciales que Polaris posee en Murcia. La empresa, por su parte, conservaría la comercialización de los apartamentos y la gestión de sus complejos hoteleros.

En caso de que el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Murcia permita a Polaris acogerse a esta herramienta, la empresa dispondría de un colchón de tres meses para continuar con la negociación. "Transcurridos tres meses de la comunicación al juzgado -prosigue el texto legal-, el deudor, haya o no alcanzado las adhesiones necesarias para la admisión a trámite de la propuesta anticipada de convenio, deberá solicitar la declaración de concurso dentro del mes siguiente".

Los efectos de la crisis

La empresa Polaris World, segundo grupo de turismo residencial de España, fue creada en el año 2001 por Pedro García Meroño y Facundo Armero, dos promotores inmobiliarios de Torre Pacheco, que apostaron por un modelo de turismo residencial con grandes complejos que ofrecían servicios completos a sus habitantes y que se comercializaban entre compradores de fuera de España, en un 65% procedentes del Reino Unido. El grupo construyó "resorts" con campos de golf y una gama de servicios para los residentes que iban desde la decoración hasta la jardinería, pasando por telecomunicaciones, restauración, cuidado personal y seguridad.

La crisis del sector inmobiliario -y en particular la caída del turismo británico- comenzó a resquebrajar los cimientos de Polaris. La empresa cerró el ejercicio 2006 con un volumen de ventas de 468 millones de euros, y, aunque en 2007 lo aumentó un 13%, hasta alcanzar los 530, esta cifra se alejó bastante de la que la compañía se marcó a finales de 2006, cuando preveía unas ventas de 800 millones. En 2007, uno de los dos socios fundadores y poseedor del 50% de las acciones del grupo, Facundo Armero, vendió por cerca de 300 millones de euros su participación a Crédit Suisse DLJ Partners, al Banco de Valencia y a la empresa de los hermanos murcianos Muñoz Beraza, EMTWO Investments.

El otro fundador, García Meroño, conserva en la actualidad la otra mitad del accionariado total de Polaris, valorado tras la operación de Armero en cerca de 600 millones de euros. A mediados de 2009, la compañía estaba invirtiendo una cifra próxima a los 350 millones en infraestructuras turísticas, que incluyen campos de golf, restaurantes y dos hoteles.