La capacidad de compra de las familias alicantinas no mejora y la caída del consumo no parece tener fin. Al menos así se desprende la última Encuesta de Coyuntura de la Cámara de Comercio de Alicante que sostiene que más de seis de cada diez establecimientos minoristas de la provincia vieron descender sus ventas durante el primer trimestre del año.

Ni siquiera la temporada de rebajas logró animar el sector, según el citado informe, lo que apunta a que las continuas ofertas y descuentos que lucen muchos negocios durante todo el año para mejorar sus ventas han reducido el efecto llamada de este periodo, según afirma el presidente de la Comisión de Comercio Urbano de la Cámara, Pedro de Gea.

Así, hasta el 64% de los establecimientos consultados por los técnicos de esta institución aseguraron que su volumen de negocio se redujo durante el primer trimestre del año, lo que supone una cifra incluso dos puntos superior a la del mismo periodo del año pasado e indica que la situación, lejos de mejorar, se sigue deteriorando. Mientras, sólo un 12% de los encuestados registró un aumento de ventas y un 24% señaló un mantenimiento de las mismas.

En buena medida estos resultados se debieron al pinchazo de las rebajas, que son las que habitualmente tiran del consumo en esta época del año, ya que un 67% de los comercios que participaron en la campaña asegura que el nivel de ventas fue inferior a lo que podría considerarse normal. "Las rebajas han dejado de tener el efecto que debían tener, incluso una parte del colectivo estaría a favor de suprimirlas", explica De Gea. El motivo es que la crisis ha provocado que los descuentos y las ofertas se prolonguen a lo largo de todo el año, ya que los establecimientos "se agarran a un clavo ardiendo" para conseguir ingresos, y las rebajas ya no resultan "tan atractivas", afirma el dirigente empresarial. Es más, los consumidores también empiezan a mostrar indiferencia ante estas promociones fuera de temporada excesivamente frecuentes.

No obstante, más allá del abuso de estas estrategias, el gran problema sigue siendo la falta de demanda, tal y como refieren hasta el 83% de los comercios alicantinos. "No hay capacidad de compra ni confianza y lo más preocupante es que tampoco se vislumbra ninguna salida a esta situación", sostiene Pedro de Gea, quien señala que la evolución en el segundo trimestre también está siendo negativa en la provincia.

En este sentido, hasta un 55% de los comerciantes entrevistados por la Cámara para este estudio considera ya que la crisis pone en peligro la subsistencia de su negocio.

Por este motivo, De Gea reclama medidas para facilitar la contratación ya que considera que sólo una reducción del desempleo logrará cambiar sustancialmente la tendencia actual. En este sentido, el propio sector es un indicador de la situación. Aunque un 76% de los establecimientos ha mantenido estables sus plantillas en el primer trimestre, aún son más (un 15%) los que tuvieron que despedir a parte de sus empleados, que aquellos que decidieron contratar a nuevo personal (un 8%).

Grandes superficies

Entre los factores que limitan la actividad, junto a la falta de demanda, ha aumentado también el porcentaje de comercios que apuntan a un aumento de la competencia procedente de las grandes superficies (32%) y los que denuncian la dificultades para encontrar crédito (un 26%). Por el contrario, descienden los establecimientos preocupados por la falta de aparcamientos en los centros urbanos o los excesivos trámites burocráticos.

Los datos de la Cámara corroboran los ofrecidos por otros organismos como el Instituto Nacional de Estadística (INE) o el propio Banco de España que apuntan a la debilidad del consumo interno como uno de los mayores problemas de la economía española en la actualidad. Así, según el INE, la facturación del comercio ha caído un 4,8% interanual entre enero y abril, y el Banco de España apunta en su último boletín que la persistencia del paro, junto con el aumento de la inflación que ha reducido el poder de compra, frenan a las familias a la hora de gastar.

Un goteo de cierres y nuevas aperturas

A pesar de los resultados negativos que arroja la actividad, el presidente de la Comisión de Comercio Urbano de la Cámara, Pedro de Gea, asegura que la reducción del número de establecimientos en la provincia ya se ha frenado. En parte, porque el sector se ha convertido en una alternativa, en un refugio, para los desempleados que agotan las prestaciones y necesitan una vía de ingresos. En este sentido, en la actualidad lo que se produce es "un goteo de cierres y reaperturas", según De Gea, de forma que la cifra final permanece estable. También se están registrando numerosos traspasos de negocios en funcionamiento. "Hay que tener en cuenta que los alquileres están bajando, por lo que abrir un comercio es ahora más accesible", explica el empresario. d.n. alicante