El deterioro del mercado de trabajo está afectando con dureza al corazón del empleo indefinido. Los intentos del Gobierno por tratar de frenar los ajustes en el empleo estable han fallado, a tenor por las estadísticas y a decir de los expertos. En el último año, las empresas han recortado sus plantillas fijas, fuera amortizando puestos de trabajo (no cubriendo vacantes por jubilación) o mediante despidos. La Comunidad Valenciana, con un 27,4% rgistra la sexta tasa más alta de temporalidad en el empleo, punto y medio por encima de la media nacional, que es del 25,8%.

"Que la reforma laboral no ha sido eficaz lo ha reconocido hasta el propio Gobierno", señala Florentino Felgueroso, portavoz del llamado "Grupo de los cien". Los datos indican que la citada reforma no favoreció la creación de empleo estable, presentada como su objetivo principal. Ahora el Ejecutivo, añade el economista, "da marcha atrás justo un año después de haber restringido la contratación eventual".

Las últimas medidas aprobadas, señala Felgueroso, "no están pensadas para el futuro del mercado laboral, sino en frenar ahora la destrucción de empleo". "Se trata de no forzar a los empresarios a ponerse en la tesitura de despedir llegado el momento de decidir si han de renovar a sus trabajadores temporales", explicó. Para un sector de expertos estos cambios laborales están previstos para encarar el riesgo de una nueva recaída de la actividad económica entre los principales socios comerciales de España, lo que podría frenar la ya frágil recuperación del país.