Tan lejos como el pasado 11 de septiembre ("Y MAFO cogió el bate") se advertía en estas páginas de que el gobernador del Banco de España (BdE), Miguel Ángel Fernández Ordóñez, estaba dispuesto a correr a palos a la Caja del Mediterráneo, sin tener en cuenta que la gestión de su consejo y sus directivos, por nefasta que hubiera sido, incluso si fuera delictiva, no tenían por qué pagarla ni la institución, centenaria; ni la provincia de Alicante y sus depositantes, los auténticos dueños de la caja; ni los contribuyentes españoles en su conjunto, de cuyos impuestos sale a la postre el dinero que el Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB) va a palmar en la reforma financiera. Así que apenas veinte días ha tardado MAFO en darnos la razón, con la declaración más grosera y antieconómica que se recuerda en la historia reciente puesta en boca de un presidente de Banco central. Ni siquiera de Banesto se dijo lo que el gobernador escupió el viernes de la CAM. Se detuvo, procesó y encarceló a Mario Conde, pero fue contra él el ataque: a nadie se le ocurrió decir que "Banesto es lo peor de lo peor". Así las cosas, hay muchas preguntas que hacerle a Ordóñez, pero las resumiré en diez:

1¿Qué han hecho los inspectores que el Banco de España ha tenido "empotrados" permanentemente en la CAM durante tres años?

El gobernador debería hacer públicos los informes de estos inspectores, para que supiéramos si fueron engañados por los directivos de la CAM, lo que sería delito; si no supieron calibrar lo que en la entidad ocurría, lo que sería prueba de una alarmante incapacidad y mal funcionamiento del Banco; o si lo advirtieron y se les hizo caso omiso, lo que sería negligencia dolosa de Ordóñez.

2¿Por qué no tomó medidas cuando se frustró la fusión con Cajastur?

Finalmente, admitámoslo, el máximo ejecutivo de la caja con sede en Oviedo, Manuel Menéndez, tenía razón, con independencia de que jugara sus cartas de forma aviesa: las cuentas de la CAM no estaban claras. Pero venían avaladas por el BdE. Y, sin embargo, Ordóñez no sólo las había dado antes por buenas, sino que no actuó con firmeza inmediatamente después de romperse la fusión.

3¿Qué responsabilidad tiene el BdE en la actual quiebra de la CAM?

El propio FROB ha reconocido que la fuga de depósitos de la CAM desde que se rompe la fusión con Cajastur asciende a 5.000 millones de euros. Pero Ordóñez, teniendo informes diarios sobre el particular, no sólo no hizo nada por frenar la campaña de descalificación de la caja (no de sus directivos, sino de la caja) que sus competidores pusieron en el mercado, sino que, tras la intervención, por acción u omisión se sumó a ella. ¿Puede el gobernador explicar qué ganan los ciudadanos con ese proceder? De haber tomado medidas para evitar el descrédito y taponar esa fuga de fondos, ¿no serían muchos menos los euros del erario público necesarios ahora?

4¿Por qué consintió las prejubilaciones de directivos sin rechistar?

Las indemnizaciones multimillonarias que tanta alarma han producido en la opinión pública y que el gobernador ha considerado escandalosas se produjeron, al menos las más cuantiosas, incluida la del exdirector general, Roberto López, en junio y julio. INFORMACIÓN adelantó su montante el 27 de julio. Pero el BdE, que ahora dice que va a intentar recuperarlas, cosa que sabe que jurídicamente es más que difícil, no hizo nada entonces para evitar que se cobrasen. Ni siquiera las denunció, pese a conocerlas.

5¿Por qué Ordóñez no habla ahora de política?

El gobernador no ha tenido nunca empacho en marcar posiciones políticas: pedir recortes de salarios o de servicios es adoptar una posición política. Sin embargo, siendo el primer escalón de supervisión en el caso de la CAM el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), dependiente de la Generalitat, y siendo uno de los problemas que ha llevado a la CAM a su situación actual la manipulación política que por parte del Consell sufrió durante años, Ordóñez no tiene nada que decir al respecto. Curioso.

6¿Permitió el supervisor que la CAM engañara a la Comisión del Mercado de Valores? ¿Se dejó engañar ésta?

La CAM era la única entidad cotizada del sistema. Luego, en realidad, tenía tres supervisores sobre ella: el IVF, la Comisión Nacional del Mercado de Valores y, por encima como garante global, el Banco de España. ¿A todos se les engañó durante años? ¿Y, si fue así, ahora nadie debe asumir responsabilidad alguna por ello?

7¿Por qué dice el gobernador que la CAM es la "peor" caja del sistema, si se queda otras a las que ayudó?

Sin tener en cuenta los 4.465 millones que dio a Bankia, el FROB 1 inyectó a Catalunya Caixa 1.250 millones de euros, 380 a UNNIM y 1.162 a Novacaixagalicia. A la CAM, nada. ¿Por qué ahora es la peor, si las tres citadas ha acabado por quedárselas el Estado a pesar de recibir de entrada esas ayudas que no percibió la alicantina? ¿Es lógico haberse gastado ese dineral en cajas que de momento se traga y atacar precisamente a la que primero intenta vender?

8¿En qué situación quedaría el sistema financiero español si se aplicaran los mismos criterios contables que se están empleando en la CAM a todas las entidades?

Más allá del despilfarro con que se pueda haber actuado en la caja, y de que Alicante sea una de las provincias más castigadas por la burbuja inmobiliaria, ningún experto cree que sea posible que la morosidad de la CAM esté doce puntos por encima de la general. La mayoría de los economistas piensa que se ha tratado de ejemplificar con la CAM, para dar al exterior una imagen de firmeza. Pero también creen que los excesos cometidos por Ordóñez en ese proceso han logrado lo contrario: dado que si se extendieran a las demás los criterios usados para la entidad alicantina las cuentas no saldrían, el sistema en su conjunto ha perdido credibilidad.

9¿Cómo puede ser que la CAM "no valga nada"?

En un mundo donde lo que más vale no es la coyuntura, sino el posicionamiento y la marca, el gobernador no contabiliza el arraigo y el predominio de Caja Mediterráneo en su territorio histórico, predominio que resulta abrumador. Lo que en el mercado tiene un valor supremo, para Ordóñez no vale nada. Estando al borde de una subasta, es imposible de entender su declaración.

10¿Qué responsabilidad debe asumir el supervisor que no supervisa?

Si la que era cuarta caja de España se coloca en situación de quiebra, es obligado preguntar a dónde miraba el supervisor cuando la mala gestión o el puro expolio que él mismo denuncia ahora estaban ocurriendo. ¿Tiene Ordóñez, al cabo de tres años de pilotar con mano de hierro la reestructuración del sector, algún mea culpa que entonar? Y, ya puestos, ¿burló a Europa cuando el 15 de julio él y el Gobierno sostuvieron que ninguna entidad necesitaría más capital?

Dar la cara, una obligación moral

Exigirle responsabilidades al gobernador del Banco de España en la deriva que ha llevado a una caja de 135 años de historia a la desaparición, no es eximir de ellas a sus directivos y consejeros, que como mínimo gestionaron mal el negocio y peor la negociación necesaria una vez estallada la crisis. El exdirector general, Roberto López; su sucesora, María Dolores Amorós; y el presidente, Modesto Crespo, además de los principales consejeros, están obligados a dar la cara y explicar a los alicantinos y, singularmente, a los clientes y trabajadores de la caja, qué han hecho con ella. Y esa es una obligación moral, independiente del resultado de los expedientes sancionadores o las demandas judiciales que puedan dilucidarse. Ni es de recibo que López y Amorós desaparezcan, ni que Crespo siga haciéndose fotos como si con él no fuera la cosa, ni que los consejeros se llamen andana.