La exdirectora general de la CAM María Dolores Amorós negó ayer haber cometido irregularidad alguna, y "mucho menos de forma ilegal", durante sus años en la caja alicantina, al tiempo que destacó que su actuación fue siempre "leal, recta, transparente y ajustada a derecho".

Amorós fue despedida de forma fulminante la pasada semana por los nuevos administradores de la intervenida CAM bajo la acusación de "buscar el beneficio propio, falsear las cuentas y realizar una gestión deficiente" mientras ocupó el cargo de directora general. Sin embargo, la ex "número dos" de la entidad lamentó, en declaraciones a Efe, el "ataque insólito e injusto" que, en su opinión, está sufriendo su "crédito profesional, su honor personal y su propia dignidad", al tiempo que recordó que las retribuciones inherentes al puesto de director general fueron acordadas por los órganos competentes "con años de antelación" a su nombramiento, a finales de 2010. Amorós rechazó, asimismo, "haber actuado en beneficio propio y en ningún modo de forma irregular, tal y como maliciosamente se me imputa".

No obstante, en sus declaraciones la exdirectora general no hace referencia la principal acusación de los administradores del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en el informe que acompañaba su carta de despido la pasada semana. Los interventores argumentan que maniobró para asegurarse una jubilación mayor de lo estipulado por las directrices del consejo de administración. Poco después de su nombramiento y antes de ser ratificada por la asamblea, la ex directora general cerró un acuerdo con el entonces presidente de CAM ,Modesto Crespo, para percibir un sueldo anual de 593.040 euros y una renta vitalicia asegurada de 30.791 euros mensuales (369.497 euros al año).

Los administradores consideraron "reprobable" el sueldo de Amorós y la pensión vitalicia, mientras que el pasado viernes, el propio gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, calificó la gestión de la entidad de "escandalosa" cuando dio a conocer el balance del proceso de recapitalización de las cajas. El responsable del órgano supervisor se refirió, además, a la CAM como "lo peor de lo peor".

Retribuciones y resultados

En sus declaraciones, Amorós niega en varias ocasiones "haber actuado en beneficio propio y en ningún modo de forma irregular, tal y como maliciosamente se me imputa" y se defiende argumentando que las retribuciones del puesto que ocupaba en la caja fueron acordadas por los órganos competentes "con años de antelación" a su nombramiento.

Por otra parte, la exejecutiva de la entidad también cuestiona que se ponga ahora en entredicho la legalidad de la presentación de los resultados, cuando éstos, según asegura, se elaboraron siguiendo criterios de las autoridades supervisoras -como el Banco de España- y de los auditores externos, además de seguir las normas contables. La última directora general de la CAM explica también que la toma de acuerdos en la entidad seguía los protocolos establecidos, ya que se adoptaban por personas u órganos con facultades suficientes. Tanto en materia de retribuciones como en otros ámbitos los acuerdos se han basado siempre en informe de firmas independientes, de prestigio internacional, que asesoraban a los órganos de gobierno y dirección, explicó.

De esa forma, según argumentó, se analizaban las prácticas habituales del mercado y del sector y para el caso concreto de la retribución, estos informes y dictámenes ponían de manifiesto que en el conjunto de variables analizadas, los datos relativos a la CAM estaban por debajo, en comparación con cajas y bancos, indicó.

Banco de España

En cuanto a su gestión como directora general, subrayó que llegó a su cargo cuando la CAM formaba parte de la fusión Banco Base y su compromiso en aquel momento se centró en su puesta en marcha y consolidación. Amorós remarcó que cuando se rompió la alianza luchó con todas sus fuerzas por sacar adelante la entidad, "siguiendo en todo momento las indicaciones del Banco de España", con cuyos servicios, aseguró, estuvo "en contacto permanente las 24 horas del día".

La ex ejecutiva de la CAM confirmó que recurrirá a los tribunales sus derechos laborales (fue objeto de despido disciplinario y no se le concedió indemnización) y, por último, incidió sobre el grave perjuicio profesional y personal que se le está haciendo con el modo en el que se le ha despedido y las distintas filtraciones que han aparecido en los medios de comunicación.

Los sindicatos pedirán al FROB "con requerimiento notarial" datos sobre

las indemnizaciones

La plataforma de unidad sindical de la CAM (Sicam, UGT, CC OO, Csica, Altacam y Sindicato Vietnamita) acordaron ayer "pedir notarialmente a los administradores del FROB todos los dato sobre las condiciones y cálculos de las indemnizaciones recibidas por los altos directivos que recientemente se han prejubilado", según confirmaba Manuel Navarro, secretario general del sindicato con representación mayoritaria en la entidad, Sicam. Los sindicatos han tomado esta decisión ante la falta de respuesta de los interventores del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) "a los burofax que le hemos solicitado" desde que tomaron el control de la CAM, tras la intervención el pasado 22 de julio. Los sindicatos quieren saber, además, los datos sobre las cuentas de la caja. R.C.