En Asia existe la creencia generalizada de que de las peores crisis surgen las mejores oportunidades. Los hermanos David y Vicente Arellano lo saben bien. Tras casi una década afincados en Shanghai han podido comprobarlo de primera mano ya que fue precisamente en Asia donde reinventaron una empresa familiar acosada y casi destruida por la emergente competencia china que por aquel entonces azotaba con fuerza al sector del calzado.

Fue uno de los peores baches que han tenido que superar los zapateros de la provincia. Los clientes, cautivados por las macroproducciones chinas y sus costes, con los que no podían competir las hasta entonces sólidas empresas familiares de Elda y Elche, se fueron marchando uno a uno dejando a los empresarios del calzado dos únicas opciones: abrir mercado en Asia o bajar la persiana.

Los Arellano, segunda generación de esta saga zapatera, optaron por la primera alternativa y en 2001 hicieron las maletas y marcharon a Shanghai donde tuvieron que superar no pocas dificultades.

David Arellano, gerente de Into Design lo recuerda como uno de los momentos más duros de su trayectoria profesional. Afirma que "la barrera del idioma, las diferencias culturales, las dificultades para implantar un sistema de trabajo propio que los chinos no estaban dispuestos a aceptar y el enorme papeleo que conlleva iniciar un negocio en un país comunista" fueron algunos de los obstáculos que se encontraron nada más llegar.

"El chino está acostumbrado a hacer un calzado de menor calidad", continúa Arellano, "pero el cliente sigue demandando esa calidad y a un coste mucho menor, así que había que enseñarlos y reeducarlos a nuestro modo de hacer las cosas. Fue una batalla dura y hubo momentos en los que valoramos muy seriamente volvernos a España".

"Llegamos a Shanghai mi hermano Vicente y yo completamente solos. Las instalaciones de la empresa se reducían a un cuartito en un pequeño apartamento donde Vicente diseñaba y yo contactaba con los posibles clientes vía mail. Fueron momentos muy duros, pero poco después fichamos por la multinacional de moda H&M y durante los cinco años siguientes fabricamos toda su producción internacional, algo que fue decisivo y que nos dio un buen empujón", apunta el gerente de Into Design. "El socio chino, cuando ve negocio, y sólo cuando ve negocio, se abre y comienzan a llegar las ayudas y este fue nuestro caso. Es diferente a lo que ocurre en España, aquí al que llega de fuera le ponemos la alfombre roja. Ellos son mucho más corporativos y defienden mucho mejor lo suyo", asegura.

A partir de entonces las cosas cambiaron. Into Design montó su propio taller de muestras con 25 empleados y la empresa comenzó a rodar. Desde entonces hasta hoy no han parado de crecer. Prueba de ello es que desde hace dos años cuentan con su propia fábrica, cien por cien capital español, sin partner chino, y en breve inaugurarán la segunda, además de un show room en Shanghai, algo que sólo el tiempo y la confianza generada en aquel país puede lograr. Ya son 156 trabajadores los que tienen a su cargo que fabrican calzado para grandes firmas españolas, europeas y americanas.

La carrera por elevar la calidad del producto y poder fabricar para firmas de nivel es lo que ha llevado a los Arellano a levantar su propia fábrica donde cuentan con diseñadores y técnicos españoles (la crisis ha favorecido la fuga de profesionales), ingleses y de otras nacionalidades distintas a la china y maquinaria italiana.

China Girl

Con todos estos mimbres Into Design dio el salto definitivo de fabricar para otros a crear y lanzar su propia marca, China Girl, que ya triunfa en Escandinavia y que abordará oficialmente el mercado chino a partir de esta próxima semana, tras su presentación oficial en Asia que tendrá lugar el 25 de octubre.

En España, China Girl aterrizará esta primavera y entrará en el mercado español por la puerta grande, de la mano de El Corte Inglés, que ya ha adquirido dos temporadas para sus centros más importantes de Madrid y Barcelona. Próximo destino, el Reino Unido y Rusia.

¿Volver a España? David Arellano lo ve "improbable" y más en un momento donde arrecia la crisis. Recientemente abrieron oficina en Alicante, un primer paso para, al menos, aproximarse de nuevo a la provincia, pero la retirada definitiva de Asia para volver a fabricar en España no entra en los planes de Into Designe. David Arellano afirma que "en España escasean las ayudas para el sector", pero defiende a capa y espada la calidad de nuestras fábricas y de nuestros profesionales que, asegura, "tienen mucho que ofrecer al mercado de la moda".