La patronal alicantina Coepa comienza el año con una nueva reestructuración laboral ante la grave crisis económica que arrastra, especialmente en el último año, por los impagos del Consell. Solo cuatro de los 69 trabajadores de la plantilla no se verán afectados por este nuevos recorte. A los 32 despidos acordados a mediados del pasado mes de diciembre al decidir el comité ejecutivo convertir en extintitivo el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal que expiraba a finales de 2012, ahora la patronal plantea más medidas ante la imposibilidad de asumir los costes laborales y la más que previsible de reducción de los ingresos.

Los empleados que serán despedidos se encuentran en estos momentos con un permiso retribuido y, según ha podido saber este periódico, el nuevo ajuste supondría también la suspensión temporal de empleo para 11 trabajadores, así como la reducción de jornada para 22 durante un periodo de seis meses. Los cuatro empleados que no se verán afectados por la reestructuración es porque que ya vienen trabajando hace tiempo con distintas reducciones de sus horarios laborales. Las negociaciones del ERE comenzaron ayer y está previsto que se realicen dos reuniones por semana. La normativa laboral concede un plazo de un mes para que las partes puedan alcanzar un acuerdo.

Aunque no han tascendido las condiciones económicas que se plantean para los 32 trabajadores que salen de la patronal, todo parece indicar que la oferta de Coepa no superaría la indemnización por despido contemplada para un ERE en la nueva reforma laboral y que supone 20 días por año trabajado. La situación económica que atraviesa Coepa le obligaría a ajustarse a esta compensación económica.

Esta es la segunda reestructuración que afronta Moisés Jiménez desde que a finales de marzo de 2012 accedió a la presidencia de Coepa. La deuda que la Generalitat tiene contraída con la organización -más de siete millones de euros-, fundamentalmente, por los convenios de formación ha asfixiado de tal forma a la institución empresarial que se ha visto obligada a cerrar su sede central, ubicada en la plaza de Ruperto Chapí, trasladarse a unos locales más pequeños, y decidir poner a la venta la casa central. Han sido varias las ofertas recibidas en estos meses, aunque ninguna ha cuajado. En los últimos tiempos hay dos nuevas sobre la mesa, según confirmaron en su día fuentes de la patronal, y sobre las que todavía se está trabajando.

Ya en el comité celebrado por Coepa en diciembre pasado, algunos empresarios advirtieron de que además de los despidos acordados, no se descartaban nuevos recortes laborales para poder reconducir la situación económica. Entre otras cosas porque había que tomar una solución sobre las reducciones de jornada incluidas en el anterior expediente de regulación de empleo y que también expiraban a final de año. Ahora, ya se sabe que son 11 las regulaciones temporales de empleo y 22 los nuevos ajustes horarios que se proponen.

Pendientes de los presupuestos

En estos momentos, la patronal también está pendiente de aprobar los presupuestos de funcionamiento para este año, aunque ya advirtió de que la reducción de ingresos será la que marque el ejercicio actual. De ahí, la nueva reestructuración laboral. Coepa cerró 2012 como uno de sus "annus horribilis" y comienza el año 2013 con nuevos ajustes. Ya para 2012, la patronal alicantina se vio obligada a reducir su presupuesto de funcionamiento en un 54% y un recorte de personal que suponía el despido del 15% de la plantilla, así como reducciones de jornada y de salarios.

Por otra parte, en el ámbito institucional, el mandatario de Coepa también tiene pendiente de conformar el que será su equipo ejecutivo, después de la reciente renovación parcial de la junta directiva. Jiménez ha venido retrasando esta decisión ante la asfixia económica que sufría la organización, al margen de que siempre ha sostenido que el nuevo equipo sería "muy continuista". Entre los sillones que quedan vancantes en los cargos del ejecutivo es la de la vicepresidencia segunda, que no se ha cubierto desde que dimitiera Enrique Martín. Para este puesto uno de los nombres que suena es el del actual tesorero, Francisco Gómez, presidente de la Asociación de la Empresa Familiar (AEFA) de Alicante.

También queda por despejarse si, finalmente, la patronal metalúrgica (Fempa) -la más crítica en el seno de Coepa- volverá a ocupar un puesto en el comite ejecutivo.