Usted es abogado y lleva más de 20 años ejerciendo, ¿por qué decide convertirse en mediador?
Es una nueva perspectiva de trabajo y creo que tiene mucho futuro. La legislación se está enfocando a que la mediación sea un trámite necesario antes de ir a los tribunales y creo que habrá mucha demanda.
En cualquier caso, llegar a un acuerdo seguirá siendo voluntario, ¿cree que realmente serviría para desatascar los juzgados?
Es cierto que la conciliación tiene poca tradición en España y que enseguida vamos al juzgado cuando no estamos de acuerdo en algo, pero las ventajas son muy grandes y si hay voluntad por parte de los poderes públicos acabará imponiéndose.
¿Qué cualidades debe tener un buen mediador?
La principal es la empatía y saber escuchar a las partes. También hay que hacer ver al otro la posición del contrario y que puede tener algo de razón. Además, también hay que explicar los problemas que tiene la alternativa, que es ir a juicio.
¿Y cómo los convence?
No se trata de convencer, solo hay que mediar para que lleguen a un acuerdo