Ya no son sólo las zonas de costa. La recuperación económica también se empieza a percibir con claridad en los grandes polígonos de la provincia, donde en el último año se ha reactivado la demanda de suelo y de naves industriales al calor de las nuevas empresas que llegan o se crean, y también de las ampliaciones que proyectan las firmas ya establecidas, como la anunciada esta pasada semana por Tempe, la filial de calzado de Inditex, en el Parque Industrial de Elche.

Así lo corroboran, por ejemplo, desde Solvia, la filial inmobiliaria del Sabadell, que se ha convertido en uno de los mayores operadores del mercado y que desde el año pasado ha detectado «un importante incremento en la demanda de suelo finalista para uso terciario o industrial» en la provincia. Una tendencia que también confirma el gerente de la Federación de Polígonos Empresariales de la Comunidad Valenciana, Diego Romá, quien asegura que las consultas sobre terrenos y locales disponibles «se han disparado en los últimos meses», hasta el punto de que esta asociación ha decidido poner en marcha una web para facilitar estas búsquedas.

Una situación muy distinta a la que se vivió durante los años de la crisis, en la que cientos de naves quedaron abandonadas, a medida que cerraban los negocios que las ocupaban. Eso sí, Romá también advierte de que esta reactivación se concentra, por el momento, en los polígonos más «consolidados, con mejores servicios y mejor comunicados», mientras que aquellos recintos que surgieron como setas durante los años del «boom» en los lugares más insospechados siguen teniendo graves problemas para encontrar inquilinos, a pesar de los intentos de sus gestores o de las administraciones que en su día los impulsaron.

El auge de la logística

Entre los polígonos donde la recuperación empieza a ser una realidad palpable se encuentran las dos grandes áreas empresariales de la capital, Pla de la Vallonga y Las Atalayas, donde son las compañías de logística -uno de los sectores más en auge en este momento- las que están buscando nuevos emplazamientos para aprovechar su ubicación privilegiada. En el caso del primero de ellos, su director de gestión, Juan Luis Escoda, sostiene que la ocupación de naves ha pasado del 60% al 70% en apenas un año, lo que ha permitido estabilizar los precios de alquiler, que tras el estallido de la burbuja se devaluaron más de un 50%, desde el entorno de los seis euros por metro cuadrado hasta una horquilla de entre 1,5 y 3 euros.

En su caso, además de las firmas de transporte, también se prevé la llegada de alguna compañía industrial, como la de un fabricante de kebaps, que ha decidido trasladarse a este polígono en busca de un mayor espacio para sus instalaciones.

Por parte, la ocupación de Las Atalayas roza ya el 75%, según su director, Vicente Seguí, si se excluyen las parcelas propiedad de Altadis, que permanecen vacías desde que la tabaquera decidió llevarse su producción de la ciudad en el año 2008. En este caso, las últimas incorporaciones han sido la del centro logístico de Famosa, que ya trasladó aquí su producción hace unos años, y la de Correos Express, la filial de paquetería urgente del ente público. «En nuestro caso lo que más vienen buscando son naves de cierto tamaño, de entre 4.000 y 5.000 metros, y acondicionadas con muelles de carga», explica Seguí, que reconoce que a medio plazo el polígono estará «completamente colmatado».

Algo que también se prevé en el Parque Industrial de Elche, donde el Ayuntamiento de la ciudad ya prevé una nueva ampliación. «Se pregunta mucho y se nota que hay muchas empresas barajando distintas opciones en la provincia para instalarse», según explica la directora de la entidad de gestión del recinto, Raquel Rosique. En su caso, junto a nuevas empresas de calzado -el sector con más arraigo del municipio- son las empresas de servicios y consultoría las que empiezan a despuntar. De tal forma que, si durante los años de la crisis el polígono logró mantenerse en el entorno de las 540 compañías, en estos momentos la cifra ya se aproxima más a las 580, según Rosique.

Más allá de estos grandes polígonos, Solvia también ha constatado un mayor interés por la adquisición de parcelas en otros recintos como el de Riodel, en el municipio de Mutxamel. Además, a esta demanda hay que sumar la que protagonizan diversas cadenas de supermercados y medianas superficies en expansión, que buscan terrenos para sus nuevas tiendas en el entorno de la capital y de otras grandes ciudades de la provincia.

Igualmente, la inmobiliaria del Sabadell también certifica una mayor demanda de solares para usos comerciales entre La Vila y Benidorm, y en las zonas cercanas a los municipios de Xàbia y Dénia, donde el buen momento del sector turístico ha despertado el interés de las principales cadenas.