El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunció en su discurso que la Agencia Valenciana de la Innovación, cuya puesta en marcha en Alicante avanzó hace justo ahora un año, en la anterior edición de los premios de la Cámara de Comercio, «en las próximas semanas o meses estará operando». Aunque sin dar una fecha exacta, insistió en su compromiso de ubicar aquí esta institución, siguiendo una política de «descentralización» en la que el Consell «cree y practica». Puig, además, se dirigió de manera explícita al presidente de la Cámara, Juan Bautista Riera, quien en su discurso había aludido precisamente a las palabras de Puig del año pasado, cuando avanzó la creación de esta futura agencia.

El jefe del Consell indicó que el nuevo órgano de la Generalitat «servirá para articular la creatividad y el talento» en el ámbito empresarial de la Comunidad Valenciana, reconocido, dijo, en el elevado número de patentes registradas y en los proyectos europeos de innovación recibidos. Además, Puig aseguró que a la Agencia Valenciana de la Innovación seguirá la implantación en Alicante de «otras instituciones» más de la Generalitat, aunque sin desvelar cuáles serían ni cuándo se pondrían en funcionamiento.

De lo que sí dio una mínima pincelada el presidente autonómico fue del futuro de Ciudad de la Luz, como otra de las apuestas de la Generalitat por Alicante y como ejemplo de la «situación muy difícil» que se encontró el actual gobierno al tomar posesión. Según dijo, se ha podido «salvar de la catástrofe» a las instalaciones, gracias en buena medida a que la Unión Europea «ha empezado a ver que hay un gobierno responsable». En este sentido, añadió que Ciudad de la Luz irá «más allá del cine», convirtiéndose en «un instrumento para la innovación y la nueva economía».

Puig fue dedicando a lo largo del discurso continuos elogios al peso de Alicante en el conjunto de la Comunidad, enlazando también este tema con otra de las principales cuestiones que abordó, la demanda de más financiación por parte del Estado. El jefe del Consell recordó que, en los actuales presupuestos autonómicos, Alicante tiene asignados 132 millones de euros para el apoyo de los sectores productivos, aunque admitió que esa cantidad «no satisface, por supuesto, ni sus expectativas [por los presentes], ni las mías». En este sentido, dijo que esa cifra, «aunque injusta, es la mejor posible», dada la «losa enorme» de la deuda que arrastra la hacienda autonómica de anteriores gobiernos y «una injusta infrafinanciación».

En este aspecto, hizo hincapié en que la Comunidad ha recibido «menos del 5% de la inversión estatal» en los últimos años, cuando por población y producto interior bruto (PIB) «debería haberse situado entre el 9 y el 10%». Esa escasa aportación es, reiteró, la «pimera preocupación» de la Generalitat», recordando que la Comunidad es «la última en financiación por habitante y la más endeudada», y lo segundo se debe a lo primero. Y las principales perjudicadas por ello, recalcó, «son las personas y las empresas». Por ello, dio las gracias a las Cámaras de Comercio por ir en esta misma línea y apeló a seguir «en defensa de una financiación justa».

El presidente también habló del Corredor Mediterráneo, que «debería ser la joya de la corona de las infraestructuras españolas», pero sobre el que parece haber «más clarividencia en Bruselas que en Madrid». También recordó que el miércoles instó al ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, a terminar las obras del tren de alta velocidad entre Alicante y València, cuya lentitud criticó con la paradoja de que «van a baja velocidad».