Las explotaciones avícolas de la provincia de Alicante ven peligrar su futuro ante la imposibilidad de hacer frente a los altos costes de producción y a la complicada situación económica. Actualmente, existen 43 productores (20 explotaciones del sector carne y 23 del sector puesta). En porcentajes, los broilers representan el 6,64% del censo total de la Comunidad Valenciana y las ponedoras el 3,54 %, según datos de la Asociación Avícola Valenciana (ASAV) que muestran una ligera disminución de la actividad en los últimos años, asegura el presidente del colectivo, Vicente Salvador.

De hecho, explica que los productores del sector puesta tuvieron que realizar grandes inversiones en 2012 para adaptarse a la nueva normativa de bienestar animal de las gallinas ponedoras, lo que provocó el cierre de una explotación. Tampoco son buenos tiempos para el de carne, destaca el presidente de ASAV, ya que la crisis económica también ha acelerado el cierre de varias empresas. Salvador señala que «los productores del sector puesta están preocupados con las condiciones del mercado, que sigue hundido tras la gran inversión que han realizado para adaptarse a las normas vigentes y, además, tienen problemas para obtener financiación por parte de los bancos».

La misma preocupación persigue a los representantes de las integradoras de carne, ya que es difícil, explica el presidente, obtener dinero «para construir o mejorar las explotaciones con el objetivo de suplir las exigencias del mercado». Otro problema que cita Salvador son las grandes distancias que existen, actualmente, entre los mataderos y las empresas, lo que aumenta los costes de producción y dificulta el mantenimiento de las instalaciones. Por ello, los productores avícolas demandan la existencia de mataderos de integración en la misma provincia de Alicante.