La construcción de viviendas en Alicante «va a buen ritmo», una vez que en último año el sector inmobiliario ha iniciado la reactivación, tras el largo e intenso periodo de ajuste de una década. «Hay demanda y las promociones ya están avanzando en otras zonas de la provincia, además de la Vega Baja que es donde comenzó a recuperarse la actividad. Ya se ven más grúas en la Playa de San Juan, en La Vila, Benidorm o las Marinas», señala Francisco Gómez, presidente de la patronal alicantina Coepa, y directivo del Grupo Marjal, dedicado al sector de la promoción residencial y al turismo.

Es el diagnóstico empresarial. Y coincide con las últimas estadísticas, en lo que se refiere a la compraventa de viviendas en Alicante. La provincia registró en junio 3.052 adquisiciones, cifra que supone un incremento del 12% en relación a un año antes, según el balance mensual del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre Transmisiones de Derecho de la Propiedad. Además, el número de operaciones registradas en junio en Alicante representan casi la mitad (48,9%) de las 6.229 totales de la Comunidad.

Y, aunque la evolución entre mayo y junio marca un descenso del 13%, y el crecimiento provincial es inferior a las medias del 19% a nivel estatal y del 20% en el ámbito autonómico, el dirigente empresarial sitúa este desfase en que «mayo suele ser un mes bueno para la venta de viviendas, al margen de que en este año es el que ha marcado el "pico" en el semestre», añadía Gómez.

En mayo pasado, el número de operaciones de compraventa de viviendas en Alicante superó las 3.500, mientras que abril registró el registro más bajo, con 2.403 operaciones. Además, Francisco Gómez explicaba que «junio es un mes de transición hacia el verano, donde aumenta la venta de viviendas», sobre todo entre los clientes extranjeros, que son los que acaparan en la provincia las adquisiciones de vivienda. En el primer trimestre, las operaciones de compraventa volvían a coger impulso pese al retroceso de los británicos por el «Brexit».

«Un mes de altibajos»

«En el histórico, junio suele ser un mes de altibajos», añadía Gómez, quien atribuía a este factor el menor crecimiento de la venta de casas en la provincia en el contexto nacional y autonómico. Entre otras cosas porque la provincia se caracteriza por «liderar» a nivel nacional las adquisiciones por parte de extranjeros, además de arrojar unas cifras de mayor volumen de construcción y venta que las otras dos provincias de la Comunidad.

Aunque en Valencia el incremento interanual de operaciones superó en junio el 38%, la cifra total de operaciones registradas (2.588) se queda muy por debajo de las 3.052 de Alicante.

Por otra parte, este nivel de compraventa supone la mejor cifra para un mes de junio desde 2007, en que se vendieron 4.754 viviendas. Justo en el segundo semestre de ese año fue cuando comenzaron a detectarse las primeras señales de la crisis inmobiliaria. Ya en 2008, el número de operaciones registradas en junio en Alicante bajó a las 2.803. En 2011 fue cuando se registra el peor dato del sexto mes del año en la serie histórica. Entonces, las operaciones de compraventa de vivienda cayeron hasta las 1.726, según datos de INE.